Fredi Álvarez atraviesa su momento más delicado como técnico del Celta Fortuna | OneFootball

Foto: RC Celta

Fredi Álvarez asumió el cargo de entrenador del Celta Fortuna hace ahora un año, en el mismo momento en el que Claudio Giráldez dio el salto al primer equipo. En su primera temporada supo mantener el ritmo competitivo del equipo y lo metió en la promoción de ascenso, donde cayó en una ajustada eliminatoria ante el Málaga, que conseguiría el ascenso en la siguiente eliminatoria.

Esta temporada todo ha cambiado, en gran medida porque se produjo un final de ciclo con la salida del filial de jugadores que subieron al primer equipo, fundamentalmente los jugadores de la generación de 2003 como Hugo Álvarez, Javi Rodríguez, Damián o Hugo Álvarez, además de la finalización de su etapa en el filial de futbolistas muy destacados el pasado curso como Alfon, Pablo Durán o Raúl Blanco. Además, a lo largo de esta temporada el filial se quedó sin el concurso de Fer López, que pasó a estar en dinámica del primer equipo.

Ese cambio de ciclo tiene como protagonistas a los componentes de la generación de 2006, que forman el núcleo central sobre el que se asienta el futuro del filial. Óscar Marcos, Angelito, Hugo Burcio o Pablo Gavián, entre otros, a los que se sumaron los fichajes de Jordi Escobar, Johan Guedes o Marc Vidal, y otros jugadores de generaciones más recientes como Andrés Antañón o Iago Barreiros.

El reto era complicado. El cambio de ciclo siempre conlleva cierto riesgo, y aunque hubo momentos en la temporada en los que parecía que el equipo estaba consiguiendo una buena adaptación, ocupando en algún momento posiciones más cercanas a la promoción de ascenso, pero el paso de las jornadas le está sentando mal a equipo, que cayó a puestos de descenso tras su derrota ante el Club Deportivo Lugo.

Fredi Álvarez atraviesa el momento más delicado desde que es entrenador del filial en su segunda etapa como técnico del Celta Fortuna. Hay voces que piden la destitución del técnico morracense. Desde el club siempre han mostrado su confianza en el preparador, aunque ya desde hace semanas suenan nombres de entrenadores para la próxima temporada. El único objetivo que tiene Fredi es salvar al equipo del descenso. Competir en Primera Federación es importante para la formación de las jóvenes perlas del Celta, y un descenso supondría un grave contratiempo.

El filial celeste acumula 12 temporadas consecutivas en la categoría de bronce, en la etapa más estable del club en Segunda B o Primera Federación, superando al tramo entre 2001 y 2012, en el que se mantuvo en la tercera categoría de forma consecutiva. De las últimas 25 temporadas, en 24 el filial céltico ha estado en la tercera división, y el objetivo es sumar un año más. La previsión de un posible descenso puede precipitar que se tomen medidas en Casa Celta con Fredi Álvarez.