Flick impone disciplina en el vestuario prohíbe fiestas durante la temporada | OneFootball

En un gesto que marca el inicio de una nueva era de disciplina y profesionalismo en el FC Barcelona, el entrenador Hansi Flick ha tomado una decisión tajante prohibir a sus jugadores la organización de fiestas ruidosas durante toda la próxima temporada, todo esto se da raíz de gran y escandalosa de fiesta de 18 años de Lamine Yamal.

El técnico alemán, conocido por su exigencia táctica y su rigidez en la gestión de grupos, dejó claro desde el primer día de la pretemporada que no habrá concesiones fuera del campo. “Nada de fiestas durante la temporada”, habría indicado el entrenador al grupo, según informan fuentes cercanas al vestuario.

La medida responde a la preocupación de Flick por la exposición mediática innecesaria que, a su juicio, rodea a ciertos comportamientos fuera del césped. “Cree que este tipo de eventos atrae atención que desvía el foco de lo deportivo y que es totalmente inaceptable”, aseguran desde el entorno del club.

Desde su llegada al banquillo culé, Flick busca establecer un nuevo código de conducta que eleve los estándares de compromiso, especialmente en una plantilla joven donde figuras como Lamine Yamal empiezan a ganar protagonismo dentro y fuera del terreno de juego. El alemán quiere evitar distracciones y garantizar una mentalidad competitiva en cada fase de la temporada.

Esta política, aunque drástica para algunos, ha sido bien recibida por un sector de la afición que reclama mayor seriedad tras una campaña marcada por la irregularidad y las lesiones.

Con el objetivo claro de devolver al Barça a la cima del fútbol europeo, Flick no quiere que nada empañe el trabajo colectivo. La prohibición de fiestas no es solo una norma, sino un mensaje contundente: en su Barça, la concentración es innegociable.

Se espera que este nuevo régimen de disciplina tenga repercusiones positivas en el rendimiento deportivo y ayude a consolidar un vestuario más comprometido. La temporada apenas comienza, pero el tono ya está marcado: con Flick, el ruido se queda fuera del campo.