ESTÁ TAN CONFUSO QUE SE HIRIÓ A SÍ MISMO | OneFootball

Columna de Javier Ferrús (@_javierferrus)

El estado de gracia en el que se encontraba el Barça tras la llegada de los Joãos hizo mucho daño al aficionado. El club azulgrana no había empezado bien la temporada a pesar de que los resultados eran mejores que las sensaciones que dejaba sobre el campo. En las cuatro jornadas previas al debut de los fichajes portugueses el conjunto dirigido por Xavi Hernández ya había sufrido para ganar al Villarreal y al Osasuna, además de no haber pasado del empate en la fecha inicial en Getafe.

Las sensaciones eran negativas y Xavi ya estaba recibiendo las primeras críticas de la temporada, pero las dos goleadas consecutivas por 5-0 al Betis y al Amberes, ambas como locales, alteraron nuestra percepción de la realidad. Estábamos tan confundidos que nos terminamos hiriendo a nosotros mismos, como si de un golpe crítico en el Pokemon Esmeralda se tratase. Se remontó de milagro al Celta, se empató en Mallorca y se sufrió para ganar al Sevilla. También se ganó por la mínima a Oporto, Athletic Club y Shakhtar Donetsk y se empató en Granada. Otra vez más que los resultados eran mejores que las sensaciones, algo que incluso se estaba empezando a normalizar en Can Barça.

De hecho, es curioso que las alarmas saltasen en el partido en el que mejor había jugado el Barça en mucho tiempo. La gran primera parte del clásico tiene dos lecturas posibles: la buena es que fue la demostración de lo bien que podía jugar el Barça a pesar de las bajas contra un gran rival, la mala fue el contraste de la segunda parte y la falta de autocrítica que Xavi arrastró a raíz de este partido. Otro que estaba tan confuso que se hirió a sí mismo.

En el club en el que lo más importante no era ganar sino el cómo se llegaba a la victoria ahora lo raro es verlos jugar bien. Hay tantos problemas que no caben en una columna, pero quizá tampoco en un monográfico. Habría que dedicar uno a la falta de creatividad con balón, otro a la descoordinada presión en campo rival y un tercero a la desaparición de la solidez defensiva que caracterizó al Barça de la 22/23. Aunque quizá el que está confundido soy yo y todo se resume en la falta de intensidad y en las lesiones de Pedri y Frenkie de Jong.