El primer fichaje del Ceuta para Segunda despierta emoción | OneFootball

Hay fichajes que emocionan por su calidad. Y hay otros, más escasos, que remueven el alma. Ese es el caso de Anuar Tuhami. El futbolista se convierte en el primer fichaje oficial de la AD Ceuta tras su histórico ascenso a LaLiga Hypermotion. Un movimiento que va más allá del fútbol. Es el reencuentro de un hijo con su tierra. La vuelta del talento ceutí que conquistó la élite… para ahora devolverle a su gente todo lo aprendido.

El mediocampista, que terminó contrato este verano con el Real Valladolid, ha dado el «sí» a su ciudad. Un gesto de identidad, de compromiso y de raíces. Ceuta no solo recupera a un jugador de calidad contrastada. Recupera a uno de los suyos. Al niño que creció con un balón en los pies entre callejones blancos. Y que hoy regresa para ser bandera de un sueño que ya es realidad.

Ceuta abre sus puertas al sentimiento

La noticia fue oficializada por el club caballa, que eligió a Anuar como el primer nombre en su nueva etapa en el fútbol profesional. No podía ser otro. En una ciudad donde el fútbol se mezcla con la pasión en cada esquina, el fichaje del centrocampista tiene un simbolismo profundo. Es el comienzo de una etapa que se quiere construir con sentido. Con identidad, con pertenencia.

Foto: Aitor Alcalde | Getty Images

Anuar, internacional con Marruecos y curtido en la Segunda y Primera División, aportará experiencia, versatilidad y jerarquía. Pero más allá de lo que ofrezca con el balón, su presencia en el vestuario será un faro. Un guía para los jóvenes. Un espejo para una afición que, por fin, verá el escudo de su Ceuta en la categoría de plata.

Un regreso que une pasado y futuro

En el fútbol, como en la vida, hay historias que parecen escritas desde mucho antes. La de Anuar con Ceuta es una de ellas. Su vuelta llega en el momento justo. Cuando el club más lo necesita y cuando el jugador quiere volver a sentir el calor de su gente. Una simbiosis perfecta. Una promesa renovada.

Este fichaje no se celebra solo en despachos. Se celebra en las calles. En los bares, en las miradas de quienes soñaban con ver a Ceuta crecer con los suyos al frente. Y el primero de ellos ya está aquí. Anuar vuelve a casa. Y con él, Ceuta comienza a escribir una nueva historia. Una que huele a verdad, a tierra y a corazón.