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·3 décembre 2024
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Luis Enrique ha sorprendido al mundo con su documental No tenéis ni p*** idea de Movistar+ sobre su día a día en el PSG. Sin embargo, algunas de las revelaciones del entrenador en el audiovisual no le habrían gustado nada a los jugadores del equipo parisino.
El documental tuvo una gran recepción en España. En la producción se podía ver al Luis Enrique más cercano, el cual con mucha naturalidad mostró aspectos de su vida y de la familia. Durante los capítulos se revelaron varios ‘bombazos’ como las opciones que tuvo de volver al FC Barcelona o las charlas con Kylian Mbappé.
Pero a diferencia de su país natal, muchas cosas no le sentaron bien al vestuario del equipo parisino. De acuerdo a información de RMC Sports, los jugadores no están contentos ya que el documental muestra demasiadas secuencias en donde el técnico les sermonea con mucha intensidad.
Este hecho, junto a los malos resultados de Champions, han creado un malestar general en el vestuario del PSG. El equipo está lejos de clasificar a los octavos de final y algunos futbolistas no estarían nada contentos con Luis Enrique.
La derrota (1-0) ante el Bayern Múnich en Champions y el empate frente al Nantes (1-1) en Ligue 1 han acabado de evidenciar el malestar de algunos jugadores. Según la misma fuente, muchos no entienden la decisiones que toma el entrenador durante los partidos.
Respecto al documental, a la plantilla le molestó especialmente la secuencia del descanso del partido de ida de octavos de final de Champions ante la Real Sociedad. En el video se puede ver a Luis Enrique bastante enfadado, golpeando varias botellas y pidiendo a sus jugadores que reaccionaran tras un mal primer tiempo.
El medio francés reveló que lo que le molestó a los jugadores no fueron los regaños del asturiano, sino que los haya expuesto públicamente. Por ejemplo, se pueden ver secuencias bastante críticas hacia Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé, lo que no ha sentado nada bien, especialmente a este último. Veremos si Luis Enrique podrá darle la vuelta a la situación con sus jugadores o si, por el contrario, la tensión seguirá escalando en París.
Por Patricia Montero