El Castilla salva el empate en los últimos suspiros ante el filial del Valencia | OneFootball

Cuarto examen de pretemporada para el Real Madrid Castilla de Álvaro Arbeloa. Cinco días después de haber caído con los honores ante un Segunda División (1-3, Andorra), los merengues volvían a Valdebebas con la intención de mantener esas buenas sensaciones. Ésta vez, tocaba recibir al filial del Valencia, equipo de Segunda Federación. Para seguir con la buena dinámica, el ex lateral no se dejó nada al azar. En su once figuraban Thiago Pitarch, Daniel Yáñez, Diego Aguado. Los tres estuvieron en Austria con el primer equipo 24 horas antes. Los dos primeros tuvieron minutos. Roberto Martín, que también formó parte de la expedición por Innsbruck (debutó), arrancó en el banquillo.

Un partido repleto de expectativas, que se lo digan a las gradas del Di Stéfano. En esta soleada tarde de miércoles, muchos se acercaron a la Ciudad Deportiva para ‘cotillear’ a los nuevos pupilos de Arbeloa. Jugadores del Real Madrid C, numerosos representantes, César Palacios… y ojeadores. Entre otros, los del Borussia Dortmund. En los últimos meses, los alemanes han mostrado un fuerte interés por Diego Aguado. Pero el cielo de Valdebebas tampoco estaba tranquilo. Y no hablamos de las condiciones meteorológicas, sino del dron que usaba Arbeloa para observar atentamente a sus jugadores.

Y a pesar de del salto de categoría a su favor, el Castilla empató. 1-1. Dominó durante toda la primera parte y algo de la segunda, pero un despiste defensivo le condenó. Al final del encuentro, literalmente en la última jugada, Cestero salvó el empate en un córner. Un tanto poco ortodoxo, ya que el centrocampista se elevó en los aires y nadie sabe muy bien que ocurrió. Pero lo importante es que entró. Falta mucho por pulir, pero todavía hay tiempo para ajustar lo que no funciona. Arbeloa lo sabe. Aun le quedan dos amistosos, y en casa. Contra la UD Ibiza y el Alcorcón. Partido a partido.

Un Castilla dominante, pero falta el gol

Sólo se vio al Real Madrid Castilla en la primera parte. Con su presión alta tan característica, Arbeloa no dejó que los visitantes toquen el balón. Solo una llegada concreta, que Sergio Mestre supo gestionar sin mucho peligro. Los merengues arrancaron con dos ocasiones claras, en el minuto 4 de partido. En un centro de David Jiménez, Rachad Fettal sorprendió a Abril, quien tuvo que sacar una buena mano bajo palos para evitar el 1-0. En el córner posterior, Diego Aguado casi revienta el palo valencianista tras conectar un rechace ché.

El Castilla estaba realmente metido en el partido. Concentrado, sin cometer errores. Desde su banda, Arbeloa se mostraba intransigente con sus jugadores. Y los esfuerzos daban sus frutos, aunque no se materializó ninguna jugada. El Mestalla se vio totalmente superado por la presión alta y el planteamiento del filial blanco. Sergio Mestre y Bruno Iglesias no estuvieron lejos de firmar el tanto del 1-0. En un largo pase del meta madridista, el salmantino se encontró frente a Abril. Le faltó milímetros para finiquitar.

Los jugadores más destacados durante esta primera parte fueron sin duda Daniel Yáñez y Rachad Fettal, las dos referencias ofensivas. Sobre todo el primero. El gaditano fue un auténtico puñal en su banda derecha. No dejó de intentarlo. Fue un auténtico rompecabezas para la defensa del Mestalla. Por su parte, Rachad hizo lo de siempre. Lo que mejor se le da. Ser la referencia ofensiva. No se encontró con el gol, pero ahí estuvo, titilando a la defensa ché.

Castigo del Mestalla

En la segunda parte, Arbeloa salió con «otro equipo». Nada más volver de los vestuarios, entraron Joan Martínez, Daniel Martínez, Gabriel Castrelo, Loren Zúñiga, Jesús Fortea y Roberto Martín. Salieron Diego Aguado, Daniel Yáñez, Manuel Ángel, Rachad, Thiago Pitarch y Bruno Iglesias. Y de repente, la dinámica cambió drásticamente. Por primera vez en el encuentro, el Mestalla crea peligro… y marca. En un despiste defensivo, el cuadro ché aprovecha su oportunidad y en un centro raso, Marcos Navarro solo tiene que empujarla. Un golpe muy duro para el filial madridista. El Castilla lo intentó hasta el final, y se salvó en el último suspiro del encuentro. En un córner, Cestero se elevó en los aires del Di Stéfano y, cayéndose en su salto, consiguió rematar con el muslo y anotar. Pero de manera global, fue una segunda parte «aburrida», como decían algunos en el Di Stéfano. Una pena para Arbeloa, porque el partido era suyo.