El Betis y Antony deberán tomar caminos por separado | OneFootball

La final de la UEFA Conference League en Breslavia fue un sueño roto para el Real Betis. Ilusión no faltaba, tampoco ganas. El equipo de Manuel Pellegrini se presentó en su primera final europea con el anhelo de escribir una página gloriosa en su historia. Sin embargo, el Chelsea impuso su jerarquía y se llevó el trofeo tras remontar un partido que comenzó con esperanza para los verdiblancos.

Abde abrió el marcador con una acción de calidad que hizo vibrar a la afición bética. Pero en la segunda mitad, los ‘blues’ reaccionaron con fuerza y terminaron borrando al conjunto andaluz del campo. El Betis, que durante gran parte del torneo se ganó el respeto de Europa, terminó cayendo con dignidad pero sin consuelo.

Más allá del resultado, la final dejó escenas cargadas de emoción y simbolismo. Joaquín, en su papel de líder espiritual del beticismo, fue visto visiblemente exaltado en la banda, mientras que Aitor Ruibal no pudo contener las lágrimas tras el pitido final.

Uno de los nombres que más ruido generó, para mal, fue el de Antony. El extremo brasileño, cedido por el Manchester United, no logró estar a la altura de la cita. En un partido donde se esperaba su desequilibrio y chispa, se encontró con un muro llamado Marc Cucurella. El lateral español firmó una actuación sólida y dejó al sudamericano sin espacios ni protagonismo.

Aunque su rendimiento en la final fue decepcionante, no se puede ignorar el impacto de Antony en el Betis desde su llegada en el mercado invernal nueve goles y cinco asistencias en 26 partidos, además de una destacada conexión con la grada y el vestuario. El golazo de falta ante la Fiorentina queda como uno de los momentos más brillantes de su paso por Heliópolis.

Ahora, con la temporada cerrada y la cesión concluida, Antony vuelve al Manchester United, donde tiene contrato vigente hasta 2027. Sin embargo, el técnico Rúben Amorim no cuenta con él, y la directiva del club inglés no ha olvidado su irregular paso por Old Trafford.

“No sé qué pasará en el futuro, solo Dios lo sabe. Mi trabajo es jugar y lo estoy haciendo bien. Siento mucho cariño por el Betis, pero tengo contrato con el Manchester United y no sé qué va a pasar. Ahora me voy con la selección y luego de vacaciones. Veremos qué pasa en el futuro. Estoy muy feliz aquí, pero tengo un contrato”.

El deseo del Betis y del propio Antony es reencontrarse en el futuro, sin embargo, el acuerdo con el United no parece nada sencillo. El club inglés espera sacar una importante tajada por su venta, pero los béticos tienen una economía limitada. Empieza un nuevo culebrón.