Madrid-Barcelona.com
·25 août 2025
El Athletic de Nico Williams enseña su cara oscura con sus cláusulas de penalización

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·25 août 2025
El fútbol español vuelve a abrir un debate espinoso. No se trata esta vez de un fichaje frustrado, ni de un arbitraje polémico. El tema tiene que ver con las condiciones que el Athletic de Bilbao ha impuesto en la cesión de uno de sus jugadores.
Los protagonistas son los guardametas Julen Agirrezabala y Stole Dimitrievski. Ambos han llegado este verano al Valencia. Aunque no en igualdad de condiciones y habrá que ver si la AFE interviene como quiso hacerlo en su momento con Nico Williams.
El problema no es deportivo, sino contractual. Según ha podido saber MB, el Athletic incluyó en el acuerdo de cesión de Agirrezabala una cláusula que obliga al Valencia a alinearle. En caso contrario deberá enfrentarse a penalizaciones económicas.
Esta situación ha generado un auténtico terremoto, tanto en el vestuario valencianista como en la propia Liga.
El guardameta macedonio ha levantado la voz. Dimitrievski, que llegó al Valencia convencido de competir en igualdad de condiciones, entiende que está siendo víctima de una situación injusta.
Su compañero en la portería, también afectado por la cláusula, tiene prácticamente asegurada la titularidad por contrato.
El ex del Rayo Vallecano considera que el Athletic ha ido demasiado lejos y que este tipo de maniobras alteran gravemente la competición. No es lo mismo ganarse el puesto en el campo que hacerlo gracias a un documento firmado entre clubes.
Ante este panorama, Dimitrievski ya ha pedido al Valencia salir cuanto antes, convencido de que en estas condiciones es imposible desarrollar su carrera con normalidad.
La polémica ha adquirido mayor dimensión porque el Athletic ha sido uno de los clubes que más ruido mediático generó este verano con la renovación de Nico Williams. Desde Bilbao se insistió en señalar las presuntas malas artes del FC Barcelona en su intento de fichar al extremo.
El discurso era claro: el Athletic se presentaba como víctima de los grandes, un club respetuoso que no se dejaba avasallar.
Sin embargo, ahora la situación parece dar un giro. El mismo club que exigía respeto por sus futbolistas se ha convertido en el que impone condiciones abusivas a un tercero. Desde Valencia ya se habla de adulteración de la competición y de un precedente peligroso para el futuro de la Liga.
Que un portero sea titular por cláusula y no por rendimiento abre un debate que trasciende lo deportivo. El Athletic decide de manera indirecta quién debe jugar en otro equipo, condicionando decisiones que deberían corresponder únicamente al entrenador.
El caso de Dimitrievski ha destapado una cara oscura del club bilbaíno. Las cláusulas de penalización no solo ponen en jaque la igualdad entre futbolistas, sino que también pueden afectar a la credibilidad de la propia Liga.
El Athletic quería blindarse, pero ha terminado generando una tormenta que cuestiona la pureza del campeonato.
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