Christantus Uche, rumbo al Wolverhampton: una venta dolorosa para el Getafe | OneFootball

El Getafe, obligado a vender a su estrella por la falta de avales de LaLiga.

El Getafe vive las horas más convulsas de su mercado estival. Christantus Uche, el futbolista que en apenas un año pasó de llegar procedente del Ceuta por 500.000 euros a convertirse en la estrella azulona, está a punto de firmar por el Wolverhampton. El club inglés abonará 16 millones de euros fijos más otros 4 en variables, y el nigeriano firmará hasta 2030.

Un traspaso obligado por la situación económica

La salida de Uche no responde a una decisión deportiva, sino a la necesidad. El Getafe no ha logrado obtener el aval exigido por LaLiga para inscribir a sus fichajes y se ha visto forzado a vender a su mejor jugador. La operación permitirá inscribir a Neyou, Sancris, Kiko Femenía, Abqar, Juanmi y Javi Muñoz.

Ángel Torres fue contundente en sus declaraciones:

“Me veo obligado a venderle, no me queda otro remedio. Nos obligan a vender a los mejores. Creo que nos estamos cargando LaLiga, pero la norma es la norma”.

El propio Bordalás expresó su malestar:

“Confiemos en que no se vaya. Yo estoy en contra, es un jugador importantísimo. Cada temporada no podemos empezar de cero. Si se va Uche tendremos un problema muy grave”.

Una pérdida deportiva mayúscula

En el plano económico, el Getafe obtiene una plusvalía histórica: de medio millón a cerca de 20 millones en apenas un año. Sin embargo, sobre el césped pierde a un futbolista diferencial: potencia, gol, velocidad y personalidad. Una pieza clave que, en palabras de la afición, era “la chispa” del ataque azulón.

Informa el Diario As, que el Ceuta, su club de origen, se llevará el 20% del traspaso, lo que redondea la magnitud de una operación que sacude el sur de Madrid.

Final de un culebrón

Tras semanas de incertidumbre, sondeos de Sunderland y Leeds, e incluso un interés fugaz del Como de Fàbregas, el Wolverhampton se convierte en el destino de Uche. Si no hay contratiempos de última hora, el delantero nigeriano pasará en las próximas horas el reconocimiento médico en Inglaterra y rubricará un contrato que pone fin a su etapa en el Coliseum.

La afición azulona, que ya le había entregado su corazón, deberá despedirse de su ‘10’ fugaz. Un jugador que llegó en silencio, brilló con luz propia y se marcha dejando una huella imborrable.