Desde El Corner
·27 septembre 2024
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La victoria en San Sebastián tuvo un sabor agridulce para el Real Madrid. Si bien es cierto, tres puntos en un campo difícil siempre son bienvenidos, la lesión que sufrió Brahim Díaz empañó el logro. No en vano, hablo de un delantero prometedor y que siempre marca diferencias cuando sale al terreno de juego. No importa si es titular o suplente, el malagueño siempre está “donde se cuecen las habas”.
Consciente de la importancia de Brahim en el deporte, Forbes no ha dudado a la hora de incluirlo en una selecta lista. Hablo del ‘30 Under 30 España’, foro que se celebra en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles. Ahí, se reúnen los mayores talentos jóvenes del país. O, como ellos mismos lo inidcan: “Los treinta hombres y mujeres menores de 30 que más están influyendo en el rumbo de los negocios y de la sociedad”.
La charla ofrecida por el delantero del Real Madrid no dejó de cautivar a los presentes. Y, al referirse a la lesión que le aqueja en estos momentos, señaló: “La lesión es la peor parte del deporte. Al principio toca aceptarlo y da fastidio. Luego ya te enfocas y piensas que cada día es un día menos para volver. Hay dudas. Te preguntas, ¿volveré igual? Y mi filosofía es que de una lesión hay que volver aún mejor”.
Brahim también explicó su clásico gesto a la hora de celebrar sus goles que encierra parte de su filosofía de vida: “Cuando era pequeño, tengo cuatro hermanas, y siempre perdía. Con los amigos también. A la play, a las cartas… Hubo un momento en el que intenté mejorar. Y cuando parecía me iban a ganar, ganaba yo y les hacía ese gesto. En plan, ‘¿ves? Al final gané’. Quiere decir paciencia. Tratar de afrontar las cosas con esa filosofía. Lo que parece difícil es fácil si te propones las metas adecuadas”.
Acerca de las derrotas en el deporte, el delantero del Real Madrid indicó: “Le llamamos fracaso, pero no lo veo así. O ganas o pierdes, no hay más. Lo más importante es aprender de los errores cometidos e intentar mejorar. A veces hay que bajar un escalón para subir tres. Olvidar lo pasado. Cuando fracasas o caes derrotado empieza algo nuevo”.
Con relación al tema de la presión que existe en el Real Madrid, Brahim volvió a dar muestras de su madurez: “A mí me encanta la presión. Quiere decir que no tienes techo. Estar en el mejor club del mundo te da ese nivel de exigencia. Dentro y fuera. Debes saber medirlo todo. De eso se trata. La presión es buena. Y estar en el punto de mira. Si pierdes, por ejemplo, no vas a salir a cenar. Si te ven te pueden decir algo, es normal. Cuando ganas, pues sales y disfrutas. Porque no hay que olvidar que en casa siempre tienes a la familia. Eso no cambia ni en la derrota ni en la victoria”.
Brahim habla de cómo tuvo siempre muy claro cuál era el camino que quería seguir: “Siempre tuve claro lo que quería. Pero con los pies en el suelo. Mi familia era humilde y ha tenido que trabajar. Pero estoy aquí gracias a ellos y a mí, al trabajo. Mantener los pies en el suelo es clave. En el Madrid lo tienes todo, pero al llegar a casa ves a tu familia, que trabajó tanto. Eso es clave para poner los pies en el suelo”.
Con respecto a las carreras actuales de los jugadores, cada vez más largas, Brahim explicó: “La carrera del jugador antes eran diez u once años. Ahora pueden ser quince, dieciocho años. Es por los hábitos que creamos. En el Real Madrid, por ejemplo, tenemos lo mejor en todo. Nutrición, preparación física… Crear esos hábitos te hace llegar al éxito. Crear esos hábitos te da una rutina que sale fácil al final. Es como conducir al principio. Te haces y luego es fácil. Desde niño lo visualizaba. Mis amigos iban a comer hamburguesa y yo trataba de comer ensalada (ríe). Siempre tuve claro que tenía un don y quería aprovecharlo. Lo visualicé desde pequeño. Pero te das cuenta al empezar a rozar primer equipo, al ir a estadios llenos y ver que la gente te quiere…”.
Como no podía ser de otra manera, sobre todo, en una conversación de este tipo, Brahim habló de los valores que practica: “El esfuerzo, el compañerismo. Es un deporte donde no juegas solo. El ayudar a los demás me encanta. No me gustaría ser jefe, que tienes que echar a la gente (ríe). Prefiero ser líder y ayudar a crecer. Ese soy yo, con humildad. Cuando tuve que irme a Manchester pensé que tenía que devolver a mi familia lo que me habían dado. A Mánchester me fui joven. No tenía ni idea de inglés. Siempre había querido ser el primero en todo. Pero, al llegar me di cuenta que ir el segundo era buena opción, porque no me enteraba si iba delante (risas). Aprendí a ser paciente. Me vino bien para aprender inglés. Aunque queda mucho por mejorar”.
No cabe duda de que este foro constituye una excelente oportunidad para conocer a uno de los grandes valores del deporte. Así, Brahim ha podido dar a conocer un poco más de qué está hecho y de qué se trata el formar parte de un club como lo es el Real Madrid. Lástima que España, mejor dicho, Luis de La Fuente, no lo haya visto así. Desde aquí, vuelvo a hacerle llegar mis mejores deseos para una pronta recuperación.