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·8 de enero de 2025
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La selección francesa de fútbol está a punto de vivir un cambio en su banquillo. Ayer, en una entrevista que sacudió al mundo del fútbol, Didier Deschamps anunció su decisión de dejar el cargo de seleccionador tras la disputa del Mundial de 2026, que se celebrará en Norteamérica.
Con la salida del campeón del mundo en 1998 como jugador y en 2018 como entrenador, se abre una puerta que muchos en Francia han esperado durante años: la llegada de Zinedine Zidane al banquillo de Les Bleus. El exfutbolista y entrenador, considerado uno de los máximos ídolos del fútbol francés, ha sido vinculado en repetidas ocasiones con la selección, pero nunca se había concretado su llegada.
La posibilidad de ver a Zidane dirigir a Francia ha generado una enorme expectación en el país galo. Los aficionados sueñan con un ciclo ganador liderado por su leyenda, y los medios de comunicación ya han comenzado a especular sobre los posibles cambios que podría traer el ex técnico del Real Madrid.
Zidane, por su parte, siempre ha mostrado un gran cariño por la selección francesa y no ha ocultado su deseo de dirigirla en algún momento de su carrera. Sin embargo, hasta ahora no se había dado la oportunidad adecuada.
La salida de Deschamps y la disponibilidad de Zidane parecen alinear los astros para que se produzca el esperado relevo. El palmarés del exjugador como entrenador, con múltiples títulos de Champions League con el Real Madrid, avalan su candidatura. Además, su carisma y capacidad para motivar a los jugadores son cualidades que podrían ser muy valiosas para una selección con grandes ambiciones.
No obstante, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que Zidane sea oficialmente el nuevo seleccionador de Francia. La Federación Francesa de Fútbol deberá iniciar un proceso de selección y negociar las condiciones del contrato con el técnico marsellés. Además, otros candidatos podrían surgir en las próximas semanas.
Lo que parece claro es que el futuro de la selección francesa está lleno de incertidumbre y expectación. La salida de Deschamps marca el final de una era y abre la puerta a una nueva etapa, en la que Zidane podría convertirse en el protagonista indiscutible.