Y sí, también se puede ganar fuera de casa. | OneFootball

Ciento setenta y cuatro días desde que la afición nazarí no celebraba una victoria de su equipo a domicilio. Nos remontamos al quince de agosto de dos mil veintidós el Granada comenzaba su andadura por la categoría de plata con un gol de Arezo (actualmente cedido en el Peñarol Uruguayo) en Ibiza, desde entonces cientos de aficionados nazaríes desplazados a aquel lugar que la jornada liguera deparase no habían podido disfrutar de la victoria de su equipo, pero esto se acabó, y es que el Granada también sabe ganar fuera de su feudo.

El partido comenzaba con la expectación que despertaba la titularidad de Shon Weissman, ¿Aún no le suena? Pues apuntese su nombre, ya que en tan solo cuatro minutos ha sido capaz de anotar su primer tanto con la camiseta rojiblanca horizontal. El árbitro, muy permisivo no amonesto hasta los primeros treinta minutos, con una amarilla  para Ramón Terrats.

Tras la amonestación llegaría el segundo tanto fruto del robo de balón de Yann Bodiger, que Uzuni estamparía en la escuadra contraria.

El filial no dejó de dar la cara, múltiples ocasiones pudieron meterles en el partido, pero... ¿Para que sirve tener muchas balas si no tienes una escopeta precisa?

El partido se saldo con el fin de la mala racha nazarí, y con la ilusión de quién sueña con reengacharse a la lucha por el ascenso directo.