¿Y los insultos homófobos del Bernabéu a Guardiola? | OneFootball

Carlo Ancelotti, un italiano que se gana la vida en España y que acusa al país que le acoge de racista sin más argumentos que los que oye en un campo, estaba muy disgustado porque a Vinicius le llamaron "tonto" en Mestalla y eso no se puede tolerar, porque eran miles los que lo cantaban. Racismo puro y duro.

Qué pasa con los insultos del Bernabéu a Guardiola y Xavi

Hace apenas quince días el Manchester City visitaba el Bernabéu. Allí estaba Pep Guardiola, y también Ancelotti como testigo. Decenas de miles de voces esperaban la presencia de Guardiola en el Bernabéu para dedicarle cánticos homófobos. Y ahí estaba Ancelotti, que lo oyó todo. Y durante todo el partido. Pero parece que no se enteró. Ni una sola mención sobre lo que escuchó.

No se puede insultar a Vinicius en terminos racistas, pero sí se le pueden dedicar a Guardiola insultos homófobos en el Bernabéu. Si el receptor es Guardiola y el escenario el Bernabéu estamos ante un hecho anecdótico sin mayor trascendencia. La trascendencia la reserva el aparato de propaganda para Vinicius en exclusiva. Así domina el relato la prensa afín de Florentino.

“Pep Guardiola hijo de p...”, “Ay, Guardiola, que delgado se te ve. Primero fueron las drogas. Hoy por Chueca se te ve”. Chueca es un popular barrio gay de Madrid. Las dos canciones se oyeron a lo largo de los 90 minutos del Real Madrid-Manchester City coreadas por miles de gargantas. ¿Había que parar el partido, señor Ancelotti? ¿España tiene un problema y el Real Madrid no?

La diferencia entre Guardiola y Vinicius

La diferencia entre Guardiola y Vinicius es que lo del técnico catalán se acabó allí. Escuchó los insultos, se dio por enterado, empató el partido y a otra cosa mariposa. Ni una sola mención al asunto. Todo lo contrario de lo que sucede con Vinicius, que todo se exagera, menos cuando se trata de valorar su comportamiento grosero con el público, sus agresiones a los rivales y sus gestos al público de Valencia tocándose sus partes y enviando a su equipo a Segunda... Pero el provocado siempre es él.

Tampoco se supo nunca más de una sanción al Bernabéu por los cánticos homófobos contra Pep Guardiola. Esta mañana Xavi Hernández se ha referido al tema: "Siempre lo he pensado que estoy trabajando, estoy en mi ámbito laboral, y el fútbol es el único deporte donde se acepta el insulto. Estoy en el banquillo y me llaman hijo de tal. No veo ningún panadero, obrero o periodista al que le insulten. Es el momento de parar esto. Es un mensaje para el presidente de la Liga o la Federación. A ningún maestro lo insultan o a ningún obrero. Vete a insultar a un obrero y verás que te pasa, te va a caer un ladrillo en la cabeza. No tengo por qué aguantar en mi horario laboral insultos y desfachateces de todo tipo. Siempre lo he pensado y ahora que soy entrenador del Barça y tengo más poder mediático aprovecho para decirlo".

Lo que puedan escuchar Pep Guardiola o Xavi en el Bernabéu poco importa al ejército mediático fiel a Florentino Pérez que se encarga de fabricar relatos para toda España. Eso no es noticia. Lo han decidido ellos.

Los insultos a Xavi y Guardiola en el Bernabéu carecen de importancia. Lo verdaderamente grave es que alguien pueda llamar "tonto" a quien se pega con los rivales y los insulta y a quien se mofa de los árbitros y los menosprecia.

Eso es lo verdaderamente importante, lo que se decida en Madrid en el despacho de Ferri, el que tenía que convertir El Rondo en un espacio madridista, el hombre de Florentino en el complicado mundo de los medios, esos medios que han conseguido acongojar a los árbitros anunciando las siete plagas de Egipto si se equivocan en contra del Real Madrid.