Wirtz, el cagón que celebró el gol en la cara de Lenglet | OneFootball

Parece que cuando un futbolista se pone la camiseta del Bayer Leverkusen se vuelve un maleducado, ignorante y se podría decir que hasta asqueroso. Podrían aprender de la clase de su entrenador Xabi Alonso, pero no… prefieren dar la nota allá por dónde van. Esta vez le tocó Wirtz y a un Frimpong que ha tenido que salir a pedir perdón.

Jugando 75 minutos con un futbolista más, todo parecía que el dominio iba a ser del Leverkusen. El Atleti defendía cómo podía hasta que llegó un centro lateral, donde Hincapié, que esperaba en el segundo palo, metió un cabezazo directo a la red. Ahí, justo ahí, todos los jugadores se fueron al córner a celebrar el gol… excepto uno, que decidió dar la nota: Florian Wirtz.

Lo primero que hace Wirtz tras el gol es celebrarlo con rabia, apretar los puños y gritar. Lo segundo, buscar a Lenglet, ponerse delante de él y restregarle el tanto celebrándolo en su cara. Es cuestión de segundos, porque Giménez se percata de esto y el ‘cagón’ de Wirtz se va corriendo al córner.

Hay que ser poco deportivo y educado para provocar así a un compañero, irte hacia el defensa rival y celebrar el gol en su mismísima cara. Igual buscaba una reacción desmedida de Lenglet, pero no ocurrió. Lo que sí pasó es que Wirtz se acojonó con el ambiente del Metropolitano minutos después, su juego se basó en colgar centros inútiles al área y De Paul, en una discusión, lo puso en su sitio con el mítico «te estás cagando».

Wirtz tuvo agallas para provocar al rival y perdió la fuerza a la hora de jugar al fútbol contra un Giuliano, Llorente y Molina que se lo comieron. Además, pudo haber sido expulsado, porque Julián Álvarez lo llevó al límite en una carrera por la banda que acabó en falta y bien merecía una segunda amarilla. Es decir, Wirtz, mucho hablar y poco jugar.

Bakker restregó el fallo a Carrasco y el ridículo de Frimpong

Pero lo de Wirtz no es un caso aislado, parece que en Leverkusen hay un virus que les obliga a hacer estas tonterías. En el mítico penalti fallado de Carrasco contra el Bayer pasó lo mismo. El jugador Bakker, que no lo conocen ni en su casa, se fue corriendo hacia el belga, le gritó al oído en modo agresivo y le empezó a restregar el error que acababa de tener.

Además, a Bakker se le sumó su compañero Fosu-Mensah para ponerse gallitos ante un Yannick Carrasco que no sabía dónde meterse tras fallar un penalti en el último segundo de partido. No es la primera vez que pasa y, por mi parte, ya tengo sentenciado a este equipo.

Y por último, la perla de Frimpong. Me da igual que pida perdón, pero me parece de muy maleducado celebrar un gol pegándole una patada al ramo de flores. Aunque no sepas la historia de Margarita, quién eres tú para reventar un ramo que está ahí puesto. En fin, un maleducado más, por decir algo. Lo bueno, que Julián les puso en su sitio y que ojalá nos los crucemos en esta Champions.