Vinimos por el escudo | OneFootball

Qué tiempos aquellos en que deseabas que la temporada no llegara a su fin para seguir disfrutando del Levante UD. De esto no hace tanto. Ahora miles de levantinistas agradecen que se baje el telón del templo de Orriols hasta agosto. La última función fue otro drama representado contra la AD Alcorcón.

- Andrés García y Carlos Espí, goles contra la AD Alcorcón (@A. Benetó | Levante UD) -

Quien acudía hoy al Ciutat de Valencia, debía saber qué se podía encontrar. El fútbol prácticamente quedaba relegado a un segundo plano, si bien restaba un 1% de opciones de play-off a los que tan solo los soñadores más empedernidos se sujetaban. El ambiente y la respuesta desde la grada era lo que iba a copar la primera plana. Porque quienes decidieron estar hoy con el Levante UD entonaron un claro denominador común: venir por el escudo.

El último vals del Levante fue un fiel reflejo de la realidad plasmada en prácticamente la totalidad de la temporada. El equipo levantinista jugó a trompicones, con poco criterio y donde solo los destellos individuales servían alegrías a cuentagotas. De la misma manera, las torpezas colectivas sirvieron para cavar la propia tumba, para que los alfareros lograran un empate que, en definitiva, no impidió su descenso a Primera RFEF.

Un auténtico baño de Mehdi Nafti se vio en el primer tiempo. Los dos largueros de Jacobo y una grandísima parada de Andrés Fernández impidieron milagrosamente llegar al descanso en desventaja. No iba a ser hasta la hora de juego cuando el Levante demostró síntomas vitales.

El orgullo propio de jugadores de la casa fue la única satisfacción de este domingo. Primero, con un zapatazo de Andrés García con una parábola perfecta a la escuadra. Y segundo, con otro gol de Carlos Espí, su estreno goleador en LaLiga Hypermotion, cuando solo llevaba 4 minutos sobre el verde.

El 2-0 favorable invitaba a la victoria e incluso de vez en cuando mirar de reojo a ver si en el Carlos Tartiere se obraba un milagro. Ni una cosa ni la otra. El Real Oviedo ganó. Y mientras el Levante perdía tiempo de forma descarada, una volea de Víctor en un córner y un testarazo del veterano Dyego Sousa ponía el definitivo empate a dos. Aunque la cabeza de Carlos Espí y un contragolpe de Brugui con la peor decisión posible pudo cambiar el signo del partido, todo estaba visto para sentencia.

Tan solo en los instantes finales la grada también despertó todos a una. Se entonaron cánticos generalizados contra Felipe Miñambres, contra la directiva y la plantilla. Irremediablemente, será el tercer año del Levante en la "B". Pese a que muchos, con sus distintas razones, decidan no volver, en agosto se volverá a soñar y sufrir. Porque es la reafirmación de que vinimos y se vendrá por el escudo.