
La Galerna
·25 de octubre de 2021
Vinícius y los memes

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·25 de octubre de 2021
Vinícius no necesitó ni un gol ni una asistencia en el clásico para dejar la sensación en la mayoría de los aficionados de que fue uno de los jugadores más destacados del encuentro ante el Barça. De hecho, durante bastantes minutos del primer tiempo pareció estar por encima del partido, condicionando de manera decisiva a un rival que se vio obligado a sustituir a Mingueza, superado en todo momento por el delantero brasileño del Real Madrid. Insisto que esa sensación de superioridad no se debió a su incidencia en el resultado, sino a una capacidad sin igual de desequilibrio acompañada, por fin, de una gran madurez y sabiduría en la toma de decisiones.
Resulta indudable que la evolución de Vinícius está viniendo con los goles, que esta temporada están llegando con profusión. Antes se hablaba de un jugador que hacía todo bien, menos lo más importante. Siempre fallaba la guinda, lo que daba significado a todo lo hecho anteriormente. En este comienzo de temporada, sus 7 goles y 3 asistencias en 12 partidos acompañan a pensar que ese problema ha quedado atrás. De pronto, los regates y filigranas adquieren sentido, tienen final feliz. Como en cualquier círculo virtuoso, la consecuencia influye y mejora también la causa: Vinícius, desde la tranquilidad que le han dado los goles, regatea y desborda mejor. También sabe elegir cuándo hacerlo de manera que el beneficiado sea el equipo.
Como en cualquier círculo virtuoso, la consecuencia influye y mejora también la causa: Vinícius, desde la tranquilidad que le han dado los goles, regatea y desborda mejor. También sabe elegir cuándo hacerlo de manera que el beneficiado sea el equipo
La versión de Vinícius que más me preocupó no fue la del jugador fallagoles objeto de memes, puesto que su personalidad podía con ese acoso, sino la del Vinícius que dejó de intentar desbordar para convertirse en un jugador burocrático. Ocurrió justo después de las palabras de Benzema a Mendy ("juega contra nosotros, hermano") y no se debió a esas palabras que Vinícius comprendió que obedecían a la dinámica normal de un vestuario, sino al eco mediático que trajeron consigo. Ese Vinícius era un fraude porque su naturaleza era otra. Afortunadamente el engaño duró muy poco y el doblete contra el Liverpool anunció lo que podría llegar en el futuro en cuanto el acierto goleador acompañase al brasileño.
Hoy, Vinícius es un jugador que todavía tiene que consolidar esta dinámica, pero que ya atemoriza a rivales y condiciona los planteamientos del contrario. Su cultura del trabajo y la confianza del club pueden hacer el resto. Hoy ya no hay tantos memes porque el efecto boomerang está dejando a muchos en ridículo.
Fotografías Imago.