
La Galerna
·23 de octubre de 2024
Vini, un Balón de Oro contra todos

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·23 de octubre de 2024
Hubo un día que hice clic con Vinicius. Yo fui uno de los que siempre creí en el brasileño pero hubo dudas, lo confieso. En algún control, en algún regate de más, en algún pase sin sentido dudé. Poco pero dudé. Pese a ese gol contra el Liverpool hace 5 años en el Alfredo Di Stéfano, pese a sus primeros destellos como dupla con Benzema aquel año. Todavía me faltaba algo para volcarme con él.
El 22 de Agosto de 2021, la tripleta de ataque del Real Madrid la conformaban Hazard, Benzema y Bale. Jugábamos contra el Levante en el Ciudad, en la segunda jornada de Liga, y el partido no pintaba nada bien. Perdíamos 2-1 en la segunda parte hasta que en el 59 salió Vinicius. En el minuto 73 lanzó uno de esos desmarques de ruptura hacia dentro entre centrales, que se están convirtiendo en marca de la casa y puso el 2-2. Pero mi clic llegó 12 minutos más tarde cuando el de Sao Gonçalo recibió un pase corto en el área y con un control rápido orientado, un milisegundo, y un muy sutil golpeo con la punta del dedo gordo, cruzó el balón al palo largo en un gesto que solo los que van a ser los más grandes logran. Un control, pensamiento ultrarrápido, claridad de ideas y mucha calidad. Hacía el 3-3 en el marcador y, desde entonces, tuve claro que llegaría muy alto. ¿Tanto como ganar el Balón de oro? Por supuesto.
Y es que no me preocupa tropezar
Siempre con la misma piedra
De cabeza me tengo que pegar
Siempre con la misma piedra
Del pasado nada puedo cambiar
El futuro lo estoy cambiando ya
Robe Iniesta, en la canción “Contra todos” parece haber sido poseído por Vinicius. El 7 ha ido escribiendo su historia pese a todos. Contra los racistas, contra los que le ahorcaron; contra los que le han dicho en el terreno de juego sarcásticamente eso de “tú, el año que viene Balón de oro”; contra los del Chiringuito y contra los memes; contra los madridistas que nunca le quisieron por no ser demasiado fino; contra los que en ocasiones dudamos; contra los árbitros. Vinicius no duda en tropezar contra la misma piedra, sabe que la terminará rompiendo. Sísifo es un vago al lado del brasileño. Tras Cristiano Ronaldo es el jugador que más me ha impresionado en cuanto a la seguridad en sí mismo, la seguridad de saber que el futuro está en su mente y en sus piernas, que los únicos enemigos reales son ellos mismos y que, si dudan, nunca llegarán donde quieren llegar. Y donde quieren llegar es la cima, tras la que no hay nada más.
El futuro lo está cambiando ya.
No olvidemos que Vini ya está prácticamente en la cima, a la que llegó solo dos años después de aquel partido contra el Levante. Es el único jugador que marca o asiste en todas las eliminatorias de Champions, el jugador que ya ha marcado en dos finales de Champions. Es el máximo asistente en Champions en las últimas siete temporadas, el líder de goles producidos en los últimos cuatro años. En sus primeras 29 eliminatorias ha facturado los mismos goles y asistencias que Messi en ese mismo número de partidos, 1 gol o asistencia más que Mbappé y 6 más que Cristiano. En cuanto a goles producidos en cuartos, semifinales y finales de Champions (16 en 18 partidos) solo está por detrás de Kaká, y está muy por delante de Neymar, Ronaldo Nazario, Rivaldo y Ronaldinho. Este último, ese tan aclamado balón de oro barcelonista, sólo jugó 5 de esas eliminatorias y consiguió un gol y una asistencia. Con 24 años, Vinicius es ya el mejor atacante brasileño de la historia de la Copa de Europa. Estamos ante el balón de oro más joven desde Messi 2011.
Incendiario
Todos dicen que soy un incendiario
Que enciendo hogueras solo con hablar
Y que morir no me importa y me da igual
A modo de reflexión sobre todos nosotros y los enemigos: es curioso cómo sobreanalizamos a chavales de 20 años, en el deporte, la música, el cine y otros ámbitos mainstream. Cómo juzgamos pasionalmente a estas figuras, desde John Lennon hasta Alcaráz. Desde Sinéad O´Connor hasta Arda Güler. Después nos analizamos a nosotros mismos a esa edad y somos complacientes –“era un chaval, no sabía lo que hacía”; “he cambiado, ahora soy mucho más maduro”–. Y a continuación nos sentamos en el sofá y empezamos a juzgar a niños como si fuesen hombres o madres de familia, debatimos con nocturnidad sobre sus gestos y comportamientos. Sus decisiones son nuestras decisiones y nos las tomamos como traiciones y decepciones profundas. Nos echamos encima de Vinicius por sus desconexiones y sus rifirrafes con los contrarios mientras nos perdonamos las peleas que tuvimos con nuestros padres y amigos a su misma edad. Varas de medir.
Es el único jugador que marca o asiste en todas las eliminatorias de Champions, el jugador que ya ha marcado en dos finales de Champions. Es el máximo asistente en Champions en las últimas siete temporadas, el líder de goles producidos en los últimos cuatro años.
Pero después están los enemigos. Los enemigos de lo bueno que hay en el mundo son los enemigos de Vinicius. Personas que se dedican a perseguir y a abusar de un inmigrante de 19 años que lo único que ha hecho es ser espejo y exponer su cruel envidia y su racismo más profundo. Vinicius ha llegado a esta cima ganando y luchando cada milímetro, al lateral derecho de turno o al aficionado demente que tocaba. Nadie le ha regalado nada, tampoco el madridismo. Y lo normal es que al llegar a esa cima señale a todos los que le escupieron, y Vini señala bailando, lo que más duele a los enemigos.
Completo este artículo el día tras el partido del Borussia. Vinicius Jr. nos ha vuelto a emocionar a todos con una actuación cristianesca. Ha vuelto a vencer, a vencerme a mí por dudar aquellos años. Contra todos, Vinicius, pero ahora tienes detrás de ti a todos los madridistas, merecida recompensa. Ahora ya solo es contra todos… los enemigos.
*Las estadísticas han sido extraídas del perfil de twitter Don Amancio