Diario Sur Noticias
·11 de septiembre de 2024
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Chile ha demostrado que su caída puede continuar por más tiempo. El colapso no fue el final de la generación dorada, ni la mala Copa América, ni la derrota contra Argentina, sino que está mucho más profundo.
Hoy, la selección perdió (2-1) en casa ante Bolivia por primera vez en su historia, sigue en el penúltimo lugar de las Eliminatorias, y ni los más optimistas creen que se logre clasificar para la próxima Copa del Mundo.
Ricardo Gareca enfrentó su primera gran prueba hoy. Contra un rival históricamente más débil, en el torneo para el que fue contratado, el Tigre debía mostrar el trabajo realizado hasta ahora y calmar el ruido dejado por la mala Copa América y la derrota 3-0 ante Argentina del jueves pasado. Para ello, cambió el esquema, eligió nuevos jugadores y escuchó a algunos de sus críticos, como Arturo Vidal.
El resultado: uno de los peores partidos en mucho tiempo. Ni siquiera se puede comparar con los procesos hacia Rusia 2018 o Qatar 2022. El día de hoy tuvo el mismo ambiente y sensación que la ruta hacia el Mundial Corea-Japón 2002, aunque en esa ocasión la eliminación llegó en las últimas fechas. Ahora, todo podría definirse antes de la primera vuelta.
Sin embargo, el Tigre no es el único culpable. Hoy en Chile todo falla. Los veteranos como Mauricio Isla, Paulo Díaz, Erick Pulgar o Matías Catalán, así como los jóvenes como Dario Osorio y Víctor Dávila, no logran replicar el nivel que tienen en sus clubes con la selección. La Roja no solo ha perdido su juego y funcionamiento, sino también el mayor legado de Arturo Vidal, Alexis Sánchez, Gary Medel y Claudio Bravo: el carácter, la personalidad y la actitud.
Carmelo Algaranaz hizo callar al Estadio Nacional a los 13 minutos. En una jugada donde todos fallaron: Pulgar perdió el balón al salir, Catalán no pudo cubrir y Paulo Díaz no marcó a nadie en el área. Lo peor es que el 1-0 no fue un accidente. Mostró el verdadero nivel del equipo y la falta de respuestas ante un resultado negativo.
Con el marcador en contra, se notó más la ausencia de un líder. Nadie pudo dar calma ni encontrar el camino. Se necesitó un golpe de suerte para romper la racha de más de 330 días sin goles. Una lesión de Carlos Lampe dejó a Eduardo Vargas con la oportunidad de empatar 1-1, dando una segunda oportunidad a un equipo que no lo merecía.
Sin embargo, hay días en que todo sale mal. Ben Brereton lo sabe, ya que fue sacrificado por Gareca a los 30 minutos, y el entrenador nunca imaginó este escenario. La Roja es un equipo tan vulnerable que, tras la lesión de su arquero, Bolivia reaccionó más rápido y logró el 2-1 gracias a Miguelito en otra jugada desafortunada.
En el segundo tiempo, Chile tuvo que salir a buscar el empate, pero la actitud solo duró unos minutos. Luego, la Roja volvió a su juego lento, con imprecisiones en los pases y poca claridad en el ataque. El arquero Viscarra desvió algunos tiros, pero no tuvo que esforzarse demasiado.
Con este resultado Chile se mantiene en el penúltimo lugar, esperando los partido contra Brasil de local y Colombia de visita que se desputaran en octubre.
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