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Alejandro Diago González·3 de octubre de 2024
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Alejandro Diago González·3 de octubre de 2024
Otro episodio de vergüenza en un estadio de fútbol ha vuelto a suceder. Esta vez, por parte de unos indeseables que deberían estar fuera del fútbol. Y es que los ultras del Anderlecht se han puesto a tirar asientos a la grada baja de Anoeta.
Individuos de este grupo (por llamarlos de algun modo) no sólo han roto el cristal protector de la zona de la hinchada visitante en Anoeta, sino que después se han dedicado a lanzar asientos a la grada baja del estadio, donde se sientan familias.
Los jugadores de la Real han pedido parar el encuentro, algo a lo que el árbitro parecía que había accedido. Aunque poco después daba pie a la reanudación. Una reanudación donde el cuadro donostiarra se ha encontrado fuera de tono y ha posibilitado los goles belgas.
Poco importa el fútbol en esta situación. Estos individuos no tienen cabida no sólo en un estadio de fútbol, sino en la sociedad.