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·11 de marzo de 2025
Vecinos del "barrio de Dios" en Buenos Aires quieren justicia por la muerte de Maradona

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·11 de marzo de 2025
En el "barrio de Dios", donde Diego Maradona comenzó a jugar profesionalmente a los 15 años, cada esquina recuerda a la deidad argentina del fútbol. Cuatro años después de su muerte "en condiciones tan extrañas", los que viven en este vecindario de Buenos Aires buscan justicia.
A partir de este martes, siete profesionales de la salud acusados de homicidio con dolo eventual -es decir, que podían conocer la fatalidad de sus actos- enfrentarán la justicia por la muerte de Maradona.
El legendario futbolista falleció en 2020 a los 60 años debido a una complicación mientras se recuperaba en una internación domiciliaria luego de una cirugía cerebral.
Para los vecinos de La Paternal, donde nació futbolísticamente el carismático deportista, es simple: quieren "Justicia para Diego", como muestran numerosos graffitis.
En el corazón de este barrio de clase media, en el club de fútbol Argentinos Juniors, debutó profesionalmente el 20 de octubre de 1976 el adolescente Maradona, en la cancha que ahora lleva su nombre y cuyas tribunas dicen en grandes números: "10".
Cinco años y 116 goles después, en 1981, el joven "Pelusa" pasó a Boca Juniors y el resto es historia.
"Nos merecemos y necesitamos tener justicia, saber realmente qué fue lo que pasó, quién lo abandonó, y que pague el que tiene que pagar", dijo a la AFP Hilda Pereira, una jubilada que caminaba a un costado del club identificado por el color rojo, recuerdo de los anarquistas que lo fundaron a principios del siglo pasado.
"No merecía morir como murió, en soledad. Eso da mucha tristeza", comentó Pereira con un nudo en la garganta.
Maradona aquí no es solo un ídolo de fútbol. Es Dios. "Para la gente que no lo quiere debe ser muy difícil vivir en Argentina y convivir con gente que lo ama tanto", afirmó Carmela Canullán, guía del museo de fútbol del club Argentinos Juniors.
En este "semillero del mundo" se formaron figuras como Juan Román Riquelme, Fernando Redondo y Esteban Cambiasso, entre otros, y en su cancha debutó Lionel Messi, con 17 años, con la Sub-20 argentina.
El museo incluye un santuario dedicado al "barrilete cósmico", como se conoce a Maradona por la célebre narración del partido contra Inglaterra en el Mundial de México 1986.
El lugar, apertrechado con una suerte de altar y banquetas, reúne la enorme cantidad de ofrendas que dejaron los dolientes cuando Maradona falleció.
La guía Canullán repasa allí sus tributos favoritos: una porción de cenizas de un joven escocés, un título universitario original de una abogada y una camiseta original del Nápoles de los años 1980, cuando jugaba allí Maradona, que dice en italiano: "Gracias Diego por haber hecho feliz a mi papá".
"El día que murió fue el día en que me autopercibí como maradoniana", contó la guía, que a sus 23 años es testimonio de cómo la veneración por "el 10" se transmite a las nuevas generaciones. "Merece que se sepa qué sucedió, qué llevó a que él muriera en esas condiciones tan extrañas", añadió.
Cuando murió Maradona, "el país, el barrio cambió", contó a la AFP Claudio Merce, dueño de la Cafetería de Dios.
Su local era un salón de fiestas frecuentado por "el Diego" antes de transformarse en este restaurante atiborrado de reliquias, la mayoría traídas por fans tras aquel fatídico 25 de noviembre en que murió "el 10".
"El día que muere Diego es como que todos nos despertamos del sueño. Y entonces empezaron a hacer murales en la cancha, en las calles", relató. Para los residentes de La Paternal, hasta ese momento Maradona "era un vecino más".
Frente a su negocio, en la terraza del primer piso de otro local, se exhibe un coche oxidado. Merce lo señala: "En aquel auto lo buscaban a Diego a Fiorito", el barrio natal del "Pelusa", cuenta el comerciante, refiriéndose a la época en que el futuro campeón jugaba en las divisiones inferiores de Argentinos Juniors.
"Cuando caímos en cuenta de que realmente no estaba más, dijimos no puede ser", refirió Merce. "¿Lo abandonaron, no lo abandonaron? ¿Qué pasó? Hizo ruido".
Buenos Aires, Argentina. AFP.