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Tiralíneas Madrid

·1 de septiembre de 2025

Vallecas merece respeto

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Lo de ayer en Vallecas fue un auténtico despropósito. Y lo peor de todo es que ya no sorprende. Partido grande, estadio lleno, ilusión en la grada… y, de nuevo, problemas. El césped, en un estado lamentable. Las instalaciones, impropias de un club de Primera División. Y, mientras tanto, Martín Presa, presidente del Rayo Vallecano, sigue con sude que hay que construir otro estadio, de que el actual no sirve, de que hay que mirar hacia fuera. Basta ya de excusas. Vallecas es el estadio del pueblo, de la afición, del equipo. Lo que tiene que hacer es cuidarlo, arreglarlo y mantenerlo como merece. Eso es lo que pide la gente.

Ayer el precio de las entradas fue otro golpe a la cara del aficionado. En un barrio humilde, donde la pasión se vive como en pocos sitios, se colocan tarifas inauditas que dejan a muchos sin poder entrar. Y que no se nos olvide: aún seguimos sin una página web digna para renovar o comprar abonos. Familias enteras obligadas a pasar la noche en la calle para poder ver a su Rayo. Eso no es gestión, es una falta de respeto a quienes mantienen vivo este club.


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Y para colmo, lo del VAR. Nos quieren vender la “mejor liga del mundo” y, sin embargo, vivimos situaciones del siglo pasado. Que en pleno 2025, en un partido de esta magnitud, se caiga el sistema y no haya revisión de jugadas clave es indignante. Somos humanos, los árbitros se equivocan, pero para eso está la tecnología. El penalti de Lamine no debió subir al marcador. Sin VAR, el error fue irreparable. Y lo curioso es que las casualidades siempre parecen favorecer a los mismos.

Vallecas y su afición merecen respeto. Merecen un estadio cuidado, entradas accesibles, instalaciones dignas y una competición justa. Presa debe dejar de esconderse en excusas y centrarse en lo que de verdad importa: el Rayo, su gente y su casa, que es Vallecas. Porque el fútbol sin su afición no es nada.

Marta Trabanca

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