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De La Cuna Al Infierno

·10 de diciembre de 2024

Una euforia que sabe a Copa

Imagen del artículo:Una euforia que sabe a Copa

Independiente y un triunfazo sobre Atlético Tucumán, que lo deposita en las Copas y lo aferra a una ilusión. Fue 2 a 1 en Avellaneda, con los tantos de Gabriel Ávalos y Felipe Loyola. Mateo Bajamich marcó el empate parcial para la visita.

Y el "Rojo" se copa. Otra vez. Tras dos años mirando de lejos, viendo como todos compiten. Como todos pelean. Pero una noche de diciembre esa agonía llegó a su fin. Porque se antepuso a su mayor enemigo: el mismísimo Independiente. Pero esto todavía no termina.


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Ahí andaba el equipo comandado por Julio Vaccari. Con la desafiante tarea de superarse como equipo. De ganar un partido tan bisagra como el que ganó. Tan importante para no solo asegurarse su lugar en la Conmebol Sudamericana, sino para soñar con algo más. Con entrar a otro certamen. Ese que conquistó en siete oportunidades. ¿Le da para llegar? Eso ya es otra historia. Hoy ganó y le pintó una sonrisa a su gente.

Todo comenzó con un susto que cayó en área propia, a eso de los 40 segundos de juego. Juan Infante quedó solo, solito y solo casi pisando el área chica, pero remató rasante y desviado. El "Rojo" se salvó de un baldazo de agua fría, que podría haberle costado caro.

Independiente y el "Decano" se medían. Ni para uno ni para otro. Aunque de pronto, muy de pronto, una ráfaga peligrosa acechó el arco de Tomás Durso, cuando Marcone levantó un centro venenoso al borde de la línea del córner por la derecha. Lautaro Millán, en el intento del cabezazo, sintió una sujeción y cayó de espaldas al piso contra el cuerpo del hombre rival. El árbitro pidió calma, del VAR lo llamaron y la fue a revisar. Cobró penal.

Allí estaba el nueve de Independiente, para hacerse cargo. Y pese a malograrlo ante Central Córdoba, no titubeó al agarrar la pelota y enfrentar cara a cara a Durso. Se preparó, apuntó y fusiló. Un misil que el guardameta decano no pudo contener. Así estaban las cosas, 1 a 0, pero faltaba mucha tela por cortar.

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Con la ventaja en la palma de su mano, el"Rey de Copas" iba a recibir una excelente noticia. Ya que a los pocos minutos, Marcelo Estigarribia cargó con un codazo por los aires contra Kevin Lomónaco, a lo que Espinoza respondió con la expulsión para el delantero visitante. "Cumbia" recibió atención médica y se calzó el vendaje necesario para continuar en cancha.

De ahí en adelante, todo se iba a transformar en, prácticamente, un monologo del elenco local. Y se fue aproximando cada vez más. Primero un mano a mano que no pudo cambiar por gol Lautaro Millán, y una excelente jugada por la izquierda de Santiago Hidalgo, que Durso mandaba al córner. Este último empezaba a convertirse en figura.

En el complemento, las cosas no iban a distar mucho. Al menos en el juego. Porque los de Vaccari continuaron llegando y avasallando el arco de su adversario. Con un Adrián Spörle lanzado en ataque tuvo el segundo. Pero no pudo ser. Tras el centro por la izquierda de "Tenaza", Tarzia cabeceó al medio del arco, y el arquero la encontró.

Perdonó y perdonó. Y en gran parte le costó caro: rascando los 65m del segundo tiempo, Atlético Tucumán llegó al empate, con un tiro de esquina que desvió Coronel, para que un segundo más tarde Bajamich estampe el 1 a 1 con un cabezazo de pique al suelo. Se veía venir; "los goles que no se convierten en un arco...".

Sin embargo, para sorpresa de muchos, fue una inyección anímica. Vaccari metió mano, e ingresaron Fedorco y Federico Mancuello. E Independiente, con el corazón en la mano y envalentonado por su gente, adelantó sus tropas y llegó al tan deseado segundo tanto. El recién ingresado Mancuello lanzó un centro pasado, que supo bajar, y muy bien, Santiago Hidalgo. Le quedó a Felipe Loyola, que con un toque sutil de derecha puso el gol de la victoria. Un estallido se desató en medio de la euforia de Avellaneda. Por que ese gol, valía (y vale) demasiado. Todos lo sabían.

Sin mucho más, corrieron los minutos y el "Rojo" se hizo de una victoria fundamental. Se aseguró un lugar en la Sudamericana, y sueña con alcanzar el ingreso a la Libertadores, la Copa que tantas veces conquistó. Llegó a los 62 puntos en la tabla anual y se ubica octavo, apenas por debajo de Huracán, que, con los mismas unidades y diferencia de gol, los supera por goles a favor. Pero nada está escrito.

Independiente tendrá que visitar la Bombonera el próximo sábado. El plantel profesional quedará concentrado en el Hotel Scala y este martes por la mañana retomará los entrenamientos en Villa Domínico. ¿Por qué no soñar?

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