
La Galerna
·23 de junio de 2025
Un Xabi flexible y sin hipotecas

In partnership with
Yahoo sportsLa Galerna
·23 de junio de 2025
Si tras el empate inicial ante Al-Hilal abogábamos por el temple y la prudencia para evitar el derrotismo, ahora corresponde aplicar las mismas virtudes a la tentación de echar las campanas al vuelo.
Sin embargo, es inevitable albergar una mezcla de orgullo y optimismo ante el modo en que el Madrid se recompuso tras una situación inicial que habría minado la moral del más pintado, por mucho que el Pachuca no pareciera cosa del otro mundo. Jugar con uno menos el partido virtualmente entero, con este calor y en este raro momento de pre-postemporada, no era desafío menor, y el equipo reaccionó con inteligencia, ambición y acierto.
Si tras el empate ante Al-Hilal abogábamos por el temple y la prudencia, ahora corresponde aplicar las mismas virtudes a la tentación de echar las campanas al vuelo
En la encrucijada, Xabi Alonso recurrió a la flexibilidad táctica de la que habló en su presentación y recompuso muy bien el equipo, pero no solo en el trance de la expulsión de Asencio sino también después. Con el 0-2, ya en el segundo tiempo, hubo un amago de pérdida de control al que reaccionó con presteza introduciendo en el campo a Modric y Ceballos por unos agotados Bellingham y Güler. Los dos últimos habían brillado a gran altura en la primera mitad, goles incluidos, pero Xabi mide cada minuto del jugador sobre el campo como un todo, sin importar el minuto previo: cuentan el ahora y el dentro de poco, de manera que no le tiembla el pulso para cambiar a quien haga falta, sin hipotecas.
Tampoco parece hipotecado en sus alineaciones iniciales; el que Gonzalo haya estado en el once de partida en ambos encuentros (Al-Hilal y Pachuca) habla también de su coraje técnico. El propio Gonzalo, pese a su gran partido hasta el momento, se fue al banquillo en el descanso por la simple razón de que, en adelante, con la restricción de jugar con diez, se antojaba que Brahim podía dar un mejor rendimiento con y sin balón. No se equivocaba. Xabi se adelanta a lo que va a pasar y reacciona antes de que se precipiten los acontecimientos. En fútbol, tarde suele siempre ser demasiado tarde.
Xabi se adelanta a lo que va a pasar y reacciona antes de que se precipiten los acontecimientos. En fútbol, tarde suele siempre ser demasiado tarde
La última muestra de flexibilidad táctica que nos regaló fueron esos últimos minutos con tres centrales: Rüdiger, Tchouaméni y Huijsen. Dean encandiló al más escéptico, y se perfila como el segundo, de atrás a delante, valladar del equipo, siendo los otros Courtois (volvió a estar intratable), Valverde y Bellingham. La sensación es que Güler y Brahim habrán de competir con una plaza, pero ¿qué es competir? Xabi está en camino de introducir una concepción dinámica de las alineaciones y los cambios, todo ello sobre la base de que quien salga desde el banquillo tiene una responsabilidad tan alta como quien comienza. En ambos partidos ha hecho cambios al descanso, y ha realizado más sustituciones con más de media hora por delante aún.
La delantera es la línea del equipo con más talento y, a la vez, aquella en mayor necesidad de una terapia de choque que derrumbe apriorismos y derechos establecidos. Esa terapia se llama Gonzalo. Todo el mundo sabe que, tanto en términos de calidad como de palmarés, el joven y estimable jugador del Castilla no aguanta la comparación con Mbappé, Vinícius ni Rodrygo, pero tanto el hambre del jugador como el deseo de Xabi de premiarla conspiran para que eso no importe más de la cuenta. “Quien quiera comerse el mundo tiene permiso”, sentenció Valdano en su época de entrenador. La puesta en práctica del axioma produjo un Raúl. No pidamos tanto, vayamos paso a paso, pero celebremos la irrupción del chico con la alegría que merece. Por sí mismo y como síntoma.
Getty Images