Un gigante anda suelto por St Mary’s | OneFootball

Solo un jugador de campo en la historia de la Premier League es más alto que el recién llegado Paul Onuachu (2,01m), que mide lo mismo que el mítico Peter Crouch. Ese jugador es Lacina Traoré (2,03m), quien tuvo un breve periplo por el Everton. En el club de Merseyside no le recordarán como un jugador importante, ya que solamente disputó dos partidos. El contexto en el que llegó Traoré a la ciudad de Liverpool y en el que llega Onuachu a la costa sur de Inglaterra son completamente opuestos. Traoré llegó a los ‘Toffees’ habiendo jugado cinco partidos en la liga rusa y anotando un gol, mientras que Onuachu ha anotado 16 tantos en 19 partidos en la liga belga, llevando a su ya exequipo, el Genk, a la cima de la tabla, donde se mantiene todavía a día de hoy. Paul Onuachu nació y se crio en Nigeria, el país más sobrepoblado de África y donde a los jóvenes les cuesta mucho destacar y obtener una oportunidad de ir a Europa. Él logró el sueño que muchos niños desean y no consiguen.

Paul nació en Owerri, al este del país, aunque se mudó a la ciudad de Ojo a una temprana edad debido a que sus padres buscaban mejores condiciones económicas. Es el hijo mayor y por eso tenía la responsabilidad de, al entrar en edad adulta, comenzar a contribuir económicamente en la familia. Comenzó jugando descalzo en la calle y no tuvo unas botas hasta el momento en el que entró a clubes semiprofesionales de la región. Soñaba con impresionar y estallar para que los ojeadores europeos le captaran para un club del viejo continente. Así pues, fue a probar a diversas academias, incluida una en Togo, país vecino, pero a los meses de empezar fue rechazado. En ese momento su padre le dijo que buscara un trabajo y dejara el fútbol, pero él le dijo que no se iba a rendir, que creía que estaba capacitado e iba a luchar hasta el final. Logró llegar a Europa a través de un acuerdo que tenía el FC Midtjylland con el FC Ebedei, club de Onuachu en ese momento. Ese mismo año se instaló en el país escandinavo y comenzó a jugar con el equipo juvenil. Esa temporada debutó con el primer equipo tanto en liga como en copa y empezó a destacar debido a su gran potencia física. Se asentó en el club danés y a pesar de una cesión de un año al Vejle siempre estuvo considerado como uno buen delantero de la categoría. Logró levantar dos ligas y una copa en su paso por el conjunto nórdico. En la última temporada con el club anotó 22 goles y dio cinco asistencias en 40 partidos, lo que le valió un traspaso al KRC Genk. Su primer curso en tierras flamencas fue de adaptación, aunque fue titular en la gran mayoría de los partidos. En su segundo año explotó y se consagró ganando la bota de oro de la competición doméstica con 33 goles anotados, rompiendo el récord que había en el actual formato liguero. También recibió el premio a mejor jugador de la temporada, a pesar de no lograr levantar el título liguero, que cayó del lado del Brujas.

Onuachu es un delantero que destaca por su poderío físico. Es un ‘9’ que va muy bien por arriba y que donde más peligro genera es a balón parado o tras centros laterales. Le encanta ir al choque. Desde su llegada a Europa ha anotado 49 goles de cabeza, aunque dispone de muchos otros recursos. Tal y como contó en una entrevista de su nuevo club, es muy hábil con el balón en los pies y prefiere jugar con la diestra que con la cabeza. También sabe moverse en el momento idóneo para encontrar espacios en el área y ganar la posición al defensa rival. Este mercado invernal por fin ha logrado el tan deseado traspaso a la Premier League que llevaba esperando desde el pasado verano, cuando no se pudo dar debido a las altas pretensiones económicas de su club. Tal y como reveló en la mencionada entrevista, su ídolo de infancia era Emmanuel Adebayor, con quien comparte numerosas características. Ambos, además, firmaron una dura historia hasta llegar a la elite.

El delantero nigeriano llega a Southampton con la tarea de salvar al club del descenso y mantenerle a flote en la liga inglesa. Onuachu será el buque insignia del conjunto sureño y, junto al otro gran fichaje del club del mercado invernal, Kamaldeen Sulemana, sobre él estarán puestas las esperanzas de los ‘Saints’ para no perder la categoría. Esperemos que salve al club del hundimiento y no se repita la historia del último gran buque que pisó el puerto de Southampton.

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Fotografía de Getty Images