Un club pequeño | OneFootball

Aún resuena el eco de aquella frase de Simeone en la rueda de prensa posterior al derbi que parecía presagiar todo lo que estaba por venir: «Tenemos una oportunidad de hacernos fuertes como Club». No sabemos si aquello fue una profecía de quien lleva siendo mesías rojiblanco más de una década, o una advertencia desde la experiencia de quien ha vivido y conoce de lleno el poder mediático que cierta entidad tiene en España.

En la noche del martes el Atlético de Madrid hacía publico un comunicado con las palabras de su máximo dirigente, Miguel Ángel Gil, acerca de los incidentes de último derbi, y en el que hablaba de sanción injusta y desproporcionada, admitiendo también haber presentado un recurso contra la misma.

En la mañana del miércoles, y siguiendo el procedimiento habitual, los aficionados que así lo habían solicitado empezaron a recibir por correo electrónico la confirmación de su entrada para el próximo partido en París. Muchos de ellos pagaron la entrada y terminaron de cerrar los últimos flecos en materia vuelos y hoteles. Durante esa tarde, muchos de ellos vieron como los pagos realizados por dichas entradas eran devueltos, y sus consultas, vía telefónica o email, al Club, despachadas con largas o nula respuesta.

Es en la noche del miércoles cuando todo salta. El Atlético de Madrid manda un nuevo correo electrónico a los abonados de grada baja fondo sur. En él les informa de que no van a poder adquirir entradas visitantes en los próximos cinco partidos que se jueguen a domicilio. Apenas veinticuatro horas después de haber anunciado un recurso contra una sanción desproporcionada e injusta, el Club Atlético de Madrid replica esa sanción a sus socios.

MADRID, SPAIN – SEPTEMBER 29: Fans of Atletico de Madrid show their support outside the stadium prior to the LaLiga match between Atletico de Madrid and Real Madrid CF at Estadio Civitas Metropolitano on September 29, 2024 in Madrid, Spain. (Photo by Florencia Tan Jun/Getty Images)

Después de semanas de escarnio público, donde hasta miembros del gobierno han opinado sobre la hinchada rojiblanca, lo ultimo que faltaba es que el propio Club diese la espalda a una parte de su masa social. Solos contra todos, incluidos los que dirigen su Club.

La Sociedad Anónima Deportiva que gestiona el Atlético de Madrid argumenta su decisión en el daño que se ha generado a la imagen del Club con los hechos en ese derbi. Algunos deberíamos empezar a tocar puertas en la planta noble del Metropolitano y preguntar qué se hizo cuando varios periodistas colocaron el sambenito de racista a Koke Resurrección, capitán y jugador con más partidos de la historia del Club. Qué se ha hecho a nivel institucional cuando cierta viñeta de un periódico comparaba a los aficionados rojiblancos con Adolf Hitler. Deberíamos cuestionar si el Atlético de Madrid se ha querellado con quienes llamaron terrorista a su entrenador, al que acusaban de ser instigador de asesinatos y conductas violentas. Deberíamos pedir explicaciones de por qué medios que generan crispación con preguntas tóxicas siguen siendo acreditados y pudiendo dirigirse a jugadores y cuerpo técnico en ruedas de prensa. Deberíamos preguntar al Atlético de Madrid si ha seguido adelante y ha exigido responsabilidades después de ver cómo su autocar fue apedreado en cierto partido en San Sebastián. Deberíamos consultar al Atlético de Madrid si las agresiones que sufrieron nuestros peñistas en un bar en los alrededores de San Mamés fueron tan perseguidas y se exigieron castigos ejemplares como ahora. Y, por supuesto, deberíamos preguntar al Atlético de Madrid por qué el nombre de cierto portero, que tantos desprecios ha hecho al Club que le dio un nombre en Europa, sigue teniendo un lugar destacado en el estadio.

«Tenemos la oportunidad de hacernos fuertes como Club» dijo Simeone, después de defender a su gente. Él único que interpretó lo que había que hacer. Él único que sabía lo que estaba por venir. Como siempre.