UD Las Palmas: el estilo es innegociable | OneFootball

El conjunto amarillo consumó su ascenso a Primera División y confirmó que es posible triunfar en la Liga SmartBank con una propuesta que pocas veces ha funcionado en la categoría de plata. Juego asociativo, ser protagonistas con el balón y sobre todo insistir con esa idea cuando los resultados son negativos. García Pimienta ha logrado que su manera de ver el fútbol encaje a la perfección en la isla y, cogiendo un equipo que estaba a la deriva hace año y medio, lo metió en una promoción de ascenso contra todo pronóstico y lo ha ascendido de manera directa a la temporada siguiente.

Existen muchas maneras de plantear un partido de fútbol. Todas son respetables y ninguna es mejor que la otra. A fin de cuentas, lo más importante es ganar. Como lo más importante es ganar, muchos equipos anteponen el fin a los medios. De hecho, son mayoría y más aún en una categoría como es la Segunda División. Sin embargo, existen unos pocos que, queriendo ganar, ponen especial atención a la manera. No son ni mejores ni peores que los primeros, aunque sucede algo muy curioso: cuando se consigue llegar al resultado con un estilo atractivo, tanto el aficionado del equipo como el espectador neutral lo valora de mejor manera. Esto es lo que ha sucedido esta temporada con la UD Las Palmas. Ha logrado un ascenso directo en una de las ediciones más igualadas, competidas y disputadas que se recuerdan en Segunda y lo ha hecho con un estilo de juego que gusta ver.

Un cambio radical en año y medio

García Pimienta se encontró en enero de 2022 con un equipo que no estaba cumpliendo las expectativas. Había dos maneras de ver la apuesta que había hecho el club al contratarle: por un lado era valiente, pues su manera de ver el fútbol encajaba en la isla; pero por otro lado era muy arriesgada, pues la UD demandada resultados inmediatos y el técnico apenas tenía experiencia en la categoría y era su primera andadura fuera de la Masía. El proyecto parecía abocado al fracaso precisamente porque el catalán no daba con la tecla para conseguir sumar de tres. Su continuidad pendía de un hilo tras la derrota en casa con el Girona y todo apuntaba a que Las Palmas seguiría otra temporada anclada en tierra de nadie.

Año y medio después, Pimi ha devuelto a la escuadra grancanaria a Primera División. Y lo ha hecho con la misma filosofía desde que llegó. El estilo de juego es innegociable, el esquema no se toca, el plan B consiste e insistir en el plan A. Y lo que es más importante, con resultados. El club le pidió que luchara por los play off en su primera temporada y lo clasificó cuarto haciendo un final de temporada perfecto. En la promoción el equipo pagó caro el sobreesfuerzo, pero la dirección deportiva entendió que, si se le daban jugadores acordes con la propuesta del míster, se podría lograr al curso siguiente. Así pues, en segunda temporada se le pidió que luchara por el ascenso. La temporada termina y Las Palmas ha sido el equipo que más tiempo ha estado en puestos de ascenso directo, ha estado entre los cuatro primeros de manera ininterrumpida desde la Jornada 2. Mejor visitante, equipo que menos partidos ha perdido (junto al Levante), tercer máximo goleador y el que menos ha encajado. Todo ello manteniendo el estilo.

Fotografía: UD Las Palmas

Ser fiel cuando los resultados son adversos

La gran virtud y el mayor defecto de García Pimienta es precisamente ese: el estilo no se negocia jamás. Lo mantuvo cuando Las Palmas era líder jornada sí y jornada también. Lo mantuvo cuando el equipo se cayó en la segunda vuelta. Lo mantuvo cuando entrenadores rivales elogiaban su propuesta y las aficiones rivales aplaudían los goles de la UD. Lo mantuvo cuando recibió cuatro goles en Tenerife y cuando una buena parte de la afición amarilla pedía su destitución. Pimi iba a lo suyo. Como se suele decir en la isla, al golpito.

El éxito de la UD Las Palmas es la prueba de que en Segunda también se pueden cumplir los objetivos de otra manera. La tónica general en los últimos años ha sido la de equipos que destacan por su solidaridad y esfuerzo en defensa y su efectividad en ataque. Solo hay que mirar el grueso de los entrenadores que ha tenido la categoría de plata este año: Álvaro Cervera, Julián Calero, Luis Miguel Ramis, Cuco Ziganda, Jon Pérez Bolo…lo que algunos denominan “fútbol hormigón”. Ellos son la mayoría. Sin embargo los García Pimienta, Éder Sarabia y Rubén Alvés han demostrado que siendo protagonistas con el balón y jugar de manera atractiva también se pueden conseguir resultados en la Liga SmartBank.

Todo apunta a que la próxima temporada, ya en Primera División, la UD Las Palmas y García Pimienta seguirán compartiendo el mismo camino. Viendo el éxito que ha tenido la apuesta del catalán, el objetivo ahora es formar un proyecto a largo plazo. Lograr la permanencia, asentarse en la categoría y luchar de tú a tú con los mejores del país. Se logrará con más o menos éxito, con este u u otro jugador, con goleadas o victorias por la mínima. Pero una cosa es segura: con Pimi el estilo no va a cambiar.