FUTBOLARGENTINO.COM
·29 de septiembre de 2024
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Tottenham ahondó en la herida del Manchester United con una victoria contundente (0-3) que sacó los colores al equipo de Erik ten Hag, incapaz de despegar en la Premier League, con cuatro pinchazos en seis jornadas y envuelto en una crisis de juego alarmante que podría poner en cuestión la labor de un técnico que no consigue enderezar el rumbo de su equipo. Nada funciona en 'Los Diablos Rojos'. Los brotes verdes que consiguió Ten Hag tras ganar la Copa de la Liga de 2023 y la Copa de Inglaterra de 2024 parece que son historia. En la Premier League no termina de arrancar y parece que no hay dudas de que este año, y ya van once desde su último título en 2023, de que tampoco habrá alirón. Las deficiencias son muchas y los desajustes constantes. Mucho tendrá que mejorar el United si quiere dar la vuelta a un inicio realmente pésimo. Y eso que mostraba pequeños síntomas de recuperación. Edulcoró su mal arranque con una victoria (0-3 ante el Southampton) y un empate (0-0 frente al Crystal Palace) consecutivos. Sin embargo, volvió al fango tras enseñar otra vez su rostro más tétrico, con nombres destacados por sus actuaciones desastrosas con Diogo Dalot a la cabeza. El lateral zurdo del United fue un auténtico caos en la primera parte. Marcus Rashford también se apuntó un tanto negativo en los 45 minutos iniciales en los que se decidió todo. Dentro de la mala tarde general del United, sólo se salvó Alejandro Garnacho, casi el único junto a André Onana con capacidad para maquillar las vergüenzas de su equipo. Mientras, el Tottenham llegó a Old Trafford en plena fase de recuperación, porque tampoco ha empezado bien el curso con tres pinchazos en cinco duelos. Su victoria la pasada jornada contra el Brentford (3-1) alivió sus penas y otros tres puntos, y más ante un posible rival directo por Europa, eran muy importantes para el conjunto londinense. Muy pronto, el United comenzó a romperse. Concretamente, a los tres minutos, cuando Rasford perdió la pelota cerca del centro del campo. Se la robó Micky van de Ven, que salió en estampida hacia la portería de Onana. Con una potencia impresionante, el central neerlandés llegó hasta la línea de fondo, echó la pelota hacia el corazón del área y por allí apareció Brennan Johnson para abrir el marcador con un disparo certero. El United, con el tanto de Johnson, se desarmó por completo. Durante toda la primera parte, jugó a merced de su rival, que acumuló casi un setenta por ciento de posesión y sólo cedió un par de contragolpes peligrosos en los que Garnacho pudo marcar con un voleón que reventó el poste de la portería defendida por Guglielmo Vicario. Fue el único momento en el que se le encendió la luz al equipo de Ten Hag, que bajó definitivamente a los infiernos justo antes del descanso, cuando Bruno Fernandes fue expulsado con roja directa por una fea entrada sobre James Maddison. Ahí se acabó el partido. El United, que había sobrevivido en el marcador, se vino abajo definitivamente con la salida del medio portugués. Antes, con igualdad numérica, pudo sentenciar Timo Werner, que tiene un problema serio cuando se queda delante de los porteros. El delantero alemán no acaba de sellar esas jugadas. Es un déficit muy grave que viene de lejos y que volvió a sacar a relucir frente a Onana, que le frenó hasta en dos ocasiones. Una en la primera parte y otra en la segunda. Werner funciona cuando no tiene tiempo para pensar, cuando hay que rematar a la primera. Con tiempo para recopilar ideas, se atasca. Onana, en dos ocasiones, leyó sus intenciones y en el primer tiempo dejó al Tottenham sin el segundo, que también acarició con un remate acrobático de Romero que rozó uno de los postes de la portería el United. Y así se llegó al descanso, con un marcador corto para el Tottenham pero aparentemente imposible para el United, incapaz futbolísticamente y con un jugador menos sobre el césped. Con unas sensaciones nefastas, Dejan Kulusevski dio el segundo mazazo a sus rivales tras la vuelta. El sueco no falló con un pase de Johnson por la banda derecha y acabó con las ilusiones de Old Trafford de ver una remontada épica. Después, Werner fallaría su segundo mano a mano, el United reaccionaría con casta en el último cuarto de hora y Solanke, a la salida de un córner, sentenció un choque que hundió al equipo de Erik ten Hag (siete punos de dieciocho posibles) y alivió al Tottenham, que presentó síntomas de recuperación para instalarse en la octava plaza de la Premier League.
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