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Manuel Domínguez·21 de febrero de 2024
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Manuel Domínguez·21 de febrero de 2024
El Barça vuelve a disputar unos octavos de final de la Liga de Campeones tras dos años de ausencia.
Las penumbras de las dos últimas ediciones obligaron a los culés a olvidarse de la sintonía de la Champions durante los meses de invierno y primavera hasta esta temporada de regreso.
Xavi y los suyos visitan el estadio Diego Armando Maradona de Napoli para hacer frente a un campeón italiano venido a menos.
No hay excusas. Salir vivos de Italia para ir a por los cuartos de final en la montaña de Montjuic. Ahora o nunca.
Si hay algo que se le ha echado en cara al Barça en el último lustro es su nivel de andar por casa por Europa.
A todos los aficionados culés se les viene a la mente viajes como Turín, Múnich, Liverpool, Manchester o Frankfurt y no con recuerdos especialmente positivos.
Los azulgranas han demostrado que no saben -o no pueden- competir como visitante ante los grandes equipos de Europa y hoy tienen la obligación de demostrar lo contrario.
Pocos estadios en el mundo aprietan de la forma que lo hace el antiguo San Paolo. ¿Serán capaces de hacerlo callar?
Dos delanteros llamados a liderar las opciones de sus respectivos equipos.
A pesar de no estar cuajando la mejor de sus temporadas y haberse visto involucrados en diferentes focos de crisis durante la temporada, el momento culmen del año llega y todos miran a sus ojos para que abran la puerta de los cuartos de final de la Champions.
Ambos demostraron la pasada temporada ser los mejores delanteros del mundo goleando en sus competiciones nacionales. Ha llegado la hora de reinvidicarse en Europa. ¿Quién se llevará esta particular batalla?
Ambos clubes afrontan estos octavos de final de la Liga de Campeones en una situación diferente pero, vista con perspectiva, quizás no lo es tanto.
En momento de dificultad ambos clubes han buscado una reacción que agite el vestuario pensando en estos 180 minutos.
Por parte del bando culé, su técnico Xavi Hernández decidió anunciar su salida del club en verano para obligar a los suyos a dar un paso hacia adelante.
Por su parte, en Italia creyeron a 48 horas del partido que cambia de entrenador era la mejor de las estretegias. Calzona, y no Mazzarri, estará hoy a los mandos.
La pregunta es: ¿qué estrategia de reacción será la más efectiva llegado el partido?