Tchouameni : el motor del nuevo Madrid | OneFootball

En Oviedo brilló con una versión inédita que explica por qué Xabi Alonso lo considera intocable. Duelo tras duelo, pase tras pase, marcó la diferencia.

Lo que se vio en el Tartiere no fue casualidad. Aurélien Tchouameni ofreció un recital de poderío físico, lectura táctica y precisión técnica. El francés no solo fue decisivo en la jugada que abrió el marcador, con un robo quirúrgico en el repliegue, sino que convirtió cada acción en una muestra del nuevo ADN que Xabi Alonso quiere para este Madrid. Intensidad, presión alta y recuperación inmediata.

El cambio de rol ha sido evidente. El centrocampista, que en enero escuchó pitos en el Bernabéu, ha transformado la desconfianza en combustible. Con Ancelotti ya había dado pasos adelante, pero con Xabi el salto ha sido abismal. Hoy es el eje que equilibra el sistema: seguro atrás, iniciador en la salida y engranaje entre defensa y ataque.

Los datos lo respaldan. En Oviedo lideró al equipo en duelos (9 ganados de 11), dominó el juego aéreo (3 de 4), fue el primero en intercepciones (5) y el segundo en recuperaciones (6), solo por detrás de Huijsen. Además, completó 70 de 75 pases y participó en 90 acciones con balón. Estadísticas que superan sus promedios de temporadas anteriores y que evidencian su crecimiento.

Xabi lo definió desde su llegada como “pilar fundamental”, y Tchouameni lo ratifica partido a partido. No ha entrado en rotaciones: titular en los dos encuentros de Liga y los dos completos. Solo descansó en un amistoso, y por circunstancias. A la hora de competir, es innegociable.

En Innsbruck ya había dejado un destello con una asistencia a Mbappé. En Oviedo confirmó su nueva dimensión con una acción que resume todo: presión adelantada, recuperación inmediata y pase vertical. Un futbolista total que se ha convertido en símbolo del Madrid de Xabi. El nuevo Tchouameni es mucho más que Tchouameni.