MUNDO MILLOS
·2 de octubre de 2024
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Regalando 60 minutos con un esquema improvisado y hombres desanimados en la cancha, Millonarios y el profe Gamero se fueron en tablas en la ida de los octavos de Copa contra Bucaramanga.
Para el inicio del partido el profesor Gamero sorprendió con un esquema totalmente diferente a lo visto durante el año, con Montero en el arco, línea de tres con Vargas, Llinás y Arias; Pereira, Giraldo, Ruiz, Palacios y Córdoba en el medio campo, y sólo en punta Santiago Giordana.
El primer tiempo puede resumirse en una nueva y repetida etapa con cero remates al arco rival, un intento de media distancia desviado de Kevin, CERO balones al delantero en punta y demasiado tránsito horizontal de la pelota. Sin un Ruiz que entienda su labor de 10, con Giraldo intentando cumplir como creativo extremo, y en general con una formación que demostró su desconocimiento en la cancha del 3-3-1-3.
La segunda etapa del profesor Gamero corrigió y volvió a poner el 4-2-3-1 ingresando a Delvin Alfonso por Pereira, pero el verdadero cambio de actitud y fútbol llegó casi al minuto 60, cuando Ruiz, Córdoba y Charrupí les dieron paso a ‘Juanjo’ Ramírez, Daniel Mantilla y Mackalister Silva. Con dos creativos más interesados en el juego y la generación Millonarios al fin mostró otra cara.
Llegadas por los costados, cabezazos a balón parado lamiendo los palos y tal vez el único remate al arco del partido en los pies de Leo Castro -ingresó por el lesionado Palacios- demostraron que Gamero desperdició 60 minutos teniendo la nevera llena.
El equipo se va a Bucaramanga en ocho días sin ventaja en el marcador, a enfrentar la vuelta en la capital santandereana.
Carlos Martínez Rojas@ultrabogotano