Supercopa 2010: El segundo escalón de la resurrección atlética | OneFootball

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·19 de febrero de 2024

Supercopa 2010: El segundo escalón de la resurrección atlética

Imagen del artículo:Supercopa 2010: El segundo escalón de la resurrección atlética

No será la primera vez que Inter y Atlético de Madrid se enfrenten en competición europea. Neroazzurri y colchoneros ya se vieron las caras hace ya 14 años en la final de la Supercopa de Europa de 2010. El resultado: una victoria atlética como segundo escalón de su resurrección.

Un rival aún más temible, un Atleti aún más endeble

Si este Inter puede inspirar temor, aquel era el mejor equipo de Europa con mucha diferencia. Los italianos contaban en sus filas con jugadores de la talla de Julio César, Walter Samuel, Wesley Sneijder, Diego Milito o Samuel Eto’o y llegaban tras conquistar el triplete tres meses antes tumbando a rivales como el FC Barcelona de Guardiola o el Bayern de Louis Van Gaal en las fases finales de la Champions.


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En frente, un Atleti que venía de conquistar su primera Europa League y el tercer título internacional de su historia (tras la Recopa de Europa de 1960 y la Intercontinental de 1975), y que contaba con jugadores como Forlán, Agüero, Ujfalusi, un jovencísimo David de Gea o los recién llegados Filipe Luis, Diego Godín y el recién ascendido Koke. Pese al éxito europeo, los rojiblancos no venían en su mejor momento. Novenos en liga la temporada anterior y tras perder la final de Copa prácticamente nadie creía en las opciones rojiblancas de cara a su encuentro en el Stade Louis II.

Y es que si algo tiene este club es que ante la adversidad se crece. El equipo rojiblanco se mostró valiente, seguro y robusto aquella noche en Mónaco. Los dirigidos en aquel entonces por Quique Sánchez Flores avasallaron a base de intensidad a un Inter que, pese a la calidad de sus hombres, no podía encontrar soluciones ante el ímpetu y el coraje del cuadro del Manzanares, que miró de tú a tú al más grande de Europa en su época. Tanto fue el corazón rojiblanco que se fueron 0-0 al descanso y con la sensación de que podían conseguir ganar el trofeo.

Primero la calma, después la tormenta

La segunda parte fue un festival rojiblanco. Tras mantenerse bastante entero en la primera mitad, el Atleti sacó las garras aún más en la segunda parte. Primero fue José Antonio Reyes (en paz descanse) el que inauguró el marcador con un gran jugada en tres cuartos de campo. Raúl García condujo desde el medio, este le entregó el balón al de Utrera que se llevo la pelota con el alma. Que una vez ya en el área, batió a Julio César con un tiro abajo al primer palo. Los colchoneros estallaban en júbilo, los neroazzurri no se lo creían.

Y mayor fue la alegría cuando, tras un desborde de Simão por la banda, el Kun Agüero rematase a placer un pase de la muerte del portugués para poner tierra de por medio en una final que cada vez tenía más color rojiblanco y que iniciaba un ciclo de leyenda en el cuadro atlético, aunque nunca hay que vender la piel del oso antes de cazarlo.

Porque aquel Inter era digno equipo de su historia. Esa que escribió allá por los 60 de la mano de Helenio Herrera o Luis Suárez Miramontes y no iba a dejarse vencer tan fácilmente. El cuadro italiano comenzó a arrinconar a un Atleti ya exhausto por el esfuerzo y dispuso de un penalti en el 87′ para recortar distancias y, por qué no, intentar la remontada en el descuento. Fue aquí cuando apareció el ángel de la guarda de aquel Atleti.

Un David de Gea recién salido de la Academia se erigió como el héroe de su equipo igual que unos meses antes en Hamburgo. El guardameta le detuvo la pena máxima al mayor de los Milito, aquel que meses antes dejó al Bayern de Múnich en la lona, erigiéndose como el héroe de una noche de leyenda para el Atlético de Madrid.

Las cosas han cambiado

El año siguiente llegaría Simeone al cuadro rojiblanco y el Atleti volvería a la máxima élite donde sigue instalado, mientras que el Inter tendría una muy mala racha durante varios años, pero también regresaría al gran escenario europeo tiempo después. Hoy, ambos son dos de los mejores equipos de Europa y buscarán el pase a los cuartos de final de la Champions League. Con Mónaco en el recuerdo y leyendas compartidas, el primer asalto será en Italia, en aquel estadio maldito de San Siro el próximo martes, 20 de febrero, a las 21:00horas y seguro que los rojiblancos lograrán hacer recordar a aquel combate del que salieron victoriosos.

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