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·8 de mayo de 2022
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·8 de mayo de 2022
Me despedí de un sueño. Como en su momento dijera mi compañero Alejandro Calderón, me confieso devoto seguidor de las andanzas de ese escudo que tanto me ha dado. Confieso que soy seguidor del amor de mi vida, mi Xerez CD. Y confieso también que volví a llorar como un niño que no encuentra a sus padres. Por eso, entre otras tantas cosas, hoy, aún dolido, grito a viva voz: «Xerez hasta la muerte.»
Foto: Cristo García (Xerez CD)
A veces, la vida es injusta, pero aquellos cuyos corazones laten en azul y blanco saben que el fútbol es, en ocasiones, aún más injusto. Y creo que me dan la razón las últimas temporadas que hemos sufrido los xerecistas.Sin embargo, no puedo dejar de decir que encontrarme en el camino con el Xerez Club Deportivo es la historia más bonita que el destino quiso escribir en mis futuras memorias.
Cómo explicarle a alguien que no es xerecista lo que llevamos sufrido es una de las mayores dudas que tengo cada vez que nos despedimos de un sueño. Esta temporada comenzaba con la decepción en la Copa RFAF ante el Juventud Torremolinos, continuó con la eliminación de Copa RFEF ante el Córdoba CF, y finalizó con la despedida del sueño del ascenso contra el CD Ciudad de Lucena, en Estepona. Y prefiero centrarme en la presente temporada, ya que ni que decir tiene que lo sufrido en la anterior campaña supera en cualquier aspecto a lo sufrido en mucho tiempo.
En definitiva, a pesar de las lágrimas, de esos abrazos de gol, o de esos tristes abrazos con muchos de mis compañeros; de los ascensos y descensos. A pesar de todo eso hay algo que no cambiará jamás, ya que siempre diré orgulloso: Xerez hasta la muerte.
Autor: Antonio García