SevillaFC 1-2 FC Barcelona: Lo peor está por llegar | OneFootball

El titular de esta crónica no es por el resultado del partido, que hoy era obviamente lo de menos. Se podría decir que jugó un partido decente el Sevilla a pesar de sus evidentes limitaciones y la diferencia de nivel con el rival.

El trasfondo de lo que ocurrió antes y durante el partido en la grada es el verdadero motivo de preocupación de los sevillistas.

Ha sido una temporada aciaga, pero es que la que viene puede ser peor, mucho peor, con todo un año por delante para hacer las cosas mal, horribles, como viene haciendo esta directiva desde que tomó el mando y se vio desprotegida del manto mágico de Monchi.

La afición sevillista, convocada por Biris Norte, se concentró en los alrededores de Santa Justa para simbolizar una marcha fúnebre en su camino hacia el estadio, representativa de todos los valores muertos y perdidos en el club.

Desde el tratamiento a la mayor leyenda en forma de futbolista que ha tenido este club, hasta los personajes sospechosos que habitan en los despachos donde se toman las decisiones principales. La sensación general es de podredumbre, y de que, desgraciadamente, todo va a ir a peor.

Sonó por primera vez con fuerza desde el gol norte la crítica hacia la actual directiva. Entiéndase, había habido crítica previa, pero con la boca pequeña por el miedo a que el que venga sea peor que los que están. Pero es que eso parece muy complicado, casi imposible. No sabemos si el que vendrá será Del Nido, o alguien de consenso entre los grandes accionistas, pero queda claro que el club va a la deriva y que no si hay un cambio sustancial en breve, la segunda división será una cruda realidad más pronto que tarde.

En lo futbolístico, fue día de despedidas. Las lágrimas contenidas de En-Nesyri presagian la que debe ser la «gran» venta del Sevilla este verano para aliviar unas arcas con telarañas. Sergio Ramos no mostró lágrimas, pero también existe una gran incertidumbre con su continuidad. Y así, prácticamente con el resto de la plantilla, que sabe que será un verano de limpieza y muchos movimientos.

En manos de Orta y su colega bético está el futuro deportivo del Sevilla. En lo económico, en manos de Junior y su psicólogo. No es el equipo con el que yo me jugaría una competición de élite, pero es lo que hay, y por eso hay tanto miedo.