Sevilla 0-2 Barça: Dembélé y Messi mantienen las esperanzas azulgranas | OneFootball

Hoy se jugó en el Sánchez Pizjuán el partido entre Sevilla y Barcelona, correspondiente a la 25° jornada de LaLiga Santander.

El Barça gana un partido clave en el Sánchez Pizjuán, se afianza en la tercera posición de LaLiga y mantiene las esperanzas en luchar por el liderato. Fueron superiores a un Sevilla muy gris, que nunca pudo preocupar a los azulgranas ni acercarse al gol. Con un gran versión de Ousmane Dembélé y un Messi en su línea de excelencia, los de Ronald Koeman sacaron una victoria importantísima fuera de casa que además los llena de motivación de cara a la vuelta de la semifinal de la Copa del Rey, que jugarán el próximo miércoles contra el mismo Sevilla.

Primer tiempo

La primera parte comenzó muy igualada, con ambos equipos defendiéndose correctamente, cerrando los espacios y sin apenas sufrir ataques del rival. Ni Sevilla ni Barcelona podían progresar en fase ofensiva, no conseguían tener fluidez ni avanzar metros con el balón en los pies. Se veía a ambos equipos algo incómodos a la hora de romper el bloque defensivo del contrincante.

El Barça con la presión alta y el Sevilla con un bloque bajo muy bien plantado en ataque en estático, lograron imponerse por sobre los poderíos ofensivos. Sin embargo, hubo un antes y un después con el gol del conjunto visitante. Messi encontró espacios por el carril central, y el argentino no desaprovechó la oportunidad para recibir, girarse y, casi caminando, filtrar un pase para que Ousmane Dembélé corriera, se plantara en el área y mandara el balón hasta el fondo de la red. El 0-1 cambió la dinámica del juego y el Barça pudo encontrar más espacios para correr y plantarse en las cercanías del área.

El equipo de Ronald Koeman encontró más espacios por el carril central en esos últimos 15′ del primer tiempo. De Jong y Busquets se soltaron, acompañaban con mayor fluidez el ataque azulgrana y sumaron influencia. También empezó a participar más Sergiño Dest -que hasta aquel momento estaba totalmente desconectado del juego colectivo- desde la banda derecha asociándose con De Jong y ‘Busi’ y algún balón con peligro pudo filtrar al área.

Por su parte, el Sevilla nunca pudo enchufarse en el costado ofensivo y en defensa empezaron a dejar muchas dudas desde la jugada del gol catalán. La dupla conformada por Koundé-Diego Carlos se vio debilitada al no estar acompañados por un Fernando que dejó de estar incrustado entre centrales para subir y aportar algo más arriba. La subida del brasileño dejó el carril central despoblado y fue en esa zona donde el Barça pudo crecer.

Los dirigidos por Julen Lopetegui no pudieron activar al ‘Papu’ Gómez, que estaba posicionado en una zona y en un rol que no le permiten explotar sus cualidades y lo limitan demasiado. El argentino fue incapaz de influir en el juego del equipo y volvió a mostrar una versión muy gris de su fútbol.

Segundo tiempo

Julen Lopetegui no se lo pensó dos veces para hacer cambios y metió tres sustituciones desde el vestuario: Youssef En-Nesyri entró en lugar de Munir, Suso por el ‘Papu’ Gómez y Karim Rekik sustituyó a Diego Carlos. Los locales salieron con otra actitud al segundo tiempo, con mayor protagonismo en ataque y preocupando un poco más a la zaga contraria, aunque no demasiado. Claro que tampoco era muy complicado mejorar las prestaciones ofensivas del primer tiempo, en el que no remataron ni una sola vez al arco.

A pesar de la mejor de los nazaríes, el Barça siguió dominando casi sin problemas. Dembélé empezó a destacar cada vez más, haciendo uso de su velocidad de una manera que pocas veces habíamos visto. El francés estuvo muy agresivo con carreras al espacio que fueron un dolor de cabeza para su marcador. Esos movimientos sin balón de ‘El Mosquito’ facilitaron las cosas a sus compañeros, que encontraban en él la vía más fácil para acercarse al área rival y generar peligro. Fue él quien ocasión las oportunidades de gol más claras para los azulgranas, como una carrera en la que recortó dentro del área y le dejó el balón servido a Messi para que éste marcara el 0-2, pero el remate del ’10’ se fue muy desviado.

Fue el trío De Jong-Messi-Dembélé el que lideró al conjunto de Ronald Koeman en la segunda mitad. El neerlandés imponiéndose en los duelos individuales, interceptando balones y comandando varias conducciones. Messi siendo Messi. Y Dembélé cumpliendo con labores coherentes con el perfil de jugador que es, pero labores que (casi) nunca había hecho desde que viste de azulgrana. Ellos tres guiaron a los visitantes y el Sevilla no supo cómo minimizarlos.

Finalmente al minuto Lionel Messi se encargaría de sentenciar el encuentro. Una gran jugada asociativa terminó con Ilaix Moriba metiendo un tacón espectacular para dejar a Messi con el camino libre hacia el arco; el rosarino no se lo pensó dos veces, se plantó mano a mano con Bono y tras una jugada confusa donde por un instante parecía que el portero salvaría a su equipo del gol, apareció Messi para finalmente marcar el 0-2, bajarle el telón al juego y seguir sumando goles para mantenerse arriba en la lucha por el ‘Pichichi’.