Sale a la luz el decisivo gesto de Kylian Mbappé en la tanda de penaltis: 'Este sí...' | OneFootball

El Real Madrid reafirmó su dominio en la Champions League al vencer al Atlético de Madrid en una histórica tanda de penaltis. El partido, cargado de tensión, dejó momentos que quedarán grabados en la memoria de los aficionados y jugadores.

Sin embargo, fue Kylian Mbappé quien, con su actitud, marcó la diferencia en un escenario lleno de dramatismo. Este artículo repasa el decisivo gesto del delantero francés y su influencia en la victoria del Real Madrid.

Un partido de emociones contenidas

El encuentro no fue sencillo para ninguno de los dos equipos. El Atlético de Madrid comenzó presionando, pero el Real Madrid mostró su resistencia como equipo experimentado en estos escenarios.

El gran papel de Mbappé | Getty Images

Durante la mayor parte del partido, la figura de Mbappé fue casi invisible. Sin embargo, en el minuto 70, su presencia se hizo sentir al máximo.

El momento clave: el penalti

Fue en ese minuto cuando el delantero francés ejecutó una jugada impresionante. Tras desbordar a Giménez, Mbappé cayó al suelo tras un agarrón de Lenglet que derivó en un penalti a favor del Real Madrid. Aunque el partido no fue brillante en cuanto a ocasiones, el francés sacó a relucir su calidad y puso al equipo en una buena posición.

Sin embargo, el verdadero heroísmo de Mbappé llegó más tarde, en la tanda de penaltis. Aquí fue donde se destapó como el líder emocional que el equipo necesitaba.

La actitud ganadora de Mbappé en la tanda de penaltis

La tanda de penaltis, esa lotería del fútbol, siempre está llena de tensión. Y es en estos momentos de presión donde se forjan los verdaderos líderes. Kylian Kylian Mbappé no solo marcó el primer penalti, sino que, tras hacerlo con éxito, se convirtió en el apoyo moral para sus compañeros.

El delantero fue el primero en animar a Bellingham, quien estaba nervioso antes de su lanzamiento. También pidió la revisión del penalti de Julián y consoló a Lucas Vázquez tras su fallo.

No solo se centró en su propio rendimiento, sino que mostró una mentalidad colectiva que desbordó el campo. Fue el primero en proteger el balón de Rüdiger antes de su lanzamiento, demostrando que su preocupación no solo era por su propio destino, sino por el de todos sus compañeros.

Un gesto de sacrificio

En un momento crucial de la tanda, Mbappé mostró su lado más protector. Cuando Llorente falló su penalti, el balón salió disparado y Rüdiger iba a recogerlo.

El delantero del Real Madrid no dudó en acelerar para interceptarlo y evitar cualquier intento de desestabilizar al rival. Aunque terminó con una tarjeta amarilla por su acción, su gesto no pasó desapercibido.

Al final de la tanda, Mbappé se acercó al banquillo, exhausto pero satisfecho. A pesar de haber sido el más involucrado, no fue el que más celebró la victoria. Su misión estaba cumplida: había sido el pilar emocional que sostuvo al equipo en los momentos más críticos.