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·5 de mayo de 2021
Russo rotó y Boca se cayó

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·5 de mayo de 2021
Suele pasar en el fútbol que hay situaciones que suceden en el transcurso de un compromiso que resumen a la perfección un partido: en Barcelona - Boca, esa acción no tuvo nada que ver con el juego, sino con la caída de Miguel Ángel Russo. Y es que, con ciertos bemoles que no deben ser pasados por alto, quizás haya sido uno de los principales responsables del tropezón del Xeneize -que no fue tan grave como el del entrenador- en Ecuador.
Russo tomó la decisión de viajar a Guayaquil y comenzar la rotación ante el equipo que lideraba el grupo. Es cierto: Agustín Almendra y Sebastián Villa acumulaban muchísimos minutos de manera consecutiva y necesitaban parar. Lo mismo quienes no entraron desde el arranque, como Cristian Medina y Carlos Tevez. Y tuvo los problemas que eran esperables, pero a ellos sumó algunas otras cosas que exhiben un problema que se desnuda en el momento más importante del "semestre": tiene un plantel corto.
A tener en cuenta: los once que entraron esta noche vienen siendo, en gran medida, suplentes, por los relevos, una vez más, fueron, en su gran mayoría, juveniles. Siete chicos estuvieron en el banco esperando una oportunidad en un encuentro que se presentaba complicado y que, luego, se hizo todavía más cuesta arriba tras el gol de Garcés. Así, las ausencias de Diego González, Jorman Campuzano, Edwin Cardona, Mauro Zárate y hasta Eduardo Salvio se sienten cada vez más en estos momentos.
A estas circunstancias hay que sumarle algunos errores no forzados del entrenador: Boca había dominado el primer tiempo y estaba bien parado, pero le faltaba peso ofensivo. Sin embargo, optó por sacar a Alan Varela -¿cambio pactado?- y desbalenceó al mediocampo, pero en su lugar ingresó Cristian Medina en vez de un futbolista más ofensivo. Así no sumó, sino que restó. No es casualidad que cuando ingresaron Carlos Tevez, Gonzalo Maroni y Exequiel Zeballos, estuvo al borde de lograr el empate.
La derrota no complica al Xeneize en cuanto a resultados, pero sí expone una realidad: esto es lo que hay y, para concretar los objetivos, habrá que exprimirlo al máximo.