Rüdiger no se quita el mono de trabajo en verano | OneFootball

El alemán, Antonio Rüdiger, se ejercitará intensamente durante sus vacaciones para volver a su mejor versión

Hay pocos futbolistas que se hayan sacrificado tanto por el Real Madrid como lo ha hecho Rüdiger. El defensor prefirió posponer su paso por quirófano y disputar gran parte de la campaña anterior sufriendo un intenso dolor en su pierna izquierda para evitar sumar otra baja en la zaga. Sabe que tendrá que trabajar duro y confía en regresar a su mejor nivel.

Hay que remontarse al mes de octubre para llegar a la fecha en la que el defensor notó que algo no iba bien. Dolores leves aparecieron repentinamente, y él no podía caer: ya lo habían hecho Carvajal, con su rotura de ligamento cruzado; Militao, con la misma lesión de gravedad y afectación de ambos meniscos; Alaba, que nunca terminó de recuperarse; Mendy, que intermitentemente aparecía sobre el verde; y Vallejo, cuya participación se daría únicamente en casos extremos. No hay que olvidar tampoco la de Joan Martínez, principal apuesta de la cantera y lesionado en pretemporada en la gira por Estados Unidos.

Con este panorama, solo quedaban tres jugadores disponibles para ocupar las dos plazas del centro de la defensa: Raúl Asencio, del Castilla; Aurélien Tchouaméni, que nunca había ejercido dicha posición y que sus actuaciones estaban dejando bastante que desear; y el propio Rüdiger. La avería era importante.

Fue entonces cuando Antonio tomó la decisión de continuar a pesar de unas molestias que poco a poco pasaron de ser mínimas, a limitar enormemente su rendimiento. El malestar iba en aumento; el sufrimiento, casi insoportable. Llegó al punto de no poder jugar sin fuertes vendajes que presionaran la zona.

Rüdiger y 7 meses de calvario

En el pasado mes de abril la situación ya no podía pasarse por alto: Rüdiger y el club llegaron a la conclusión de que tendría que ser sometido a una intervención quirúrgica para solucionar unos dolores que se no paraban de acrecentarse. ¿El momento adecuado? Cuando el Real Madrid no luchara por competiciones importantes.

Finalmente ocurrió tras la derrota del conjunto blanco en la final de Copa del Rey ante el FC Barcelona. En dicho encuentro, el central alcanzó su límite. No podía más. Fue aquella cita la que le llevó a tener que operarse y perderse el resto de la temporada, aprovechando que sería sancionado por varios partidos. Fue así como el alemán puso fin a sus dolencias en su pierna izquierda con la corrección de dicha lesión que afectaba a su menisco externo. Lo tenía roto parcialmente, ni más, ni menos. Se estimó que estaría unas 8 semanas fuera de los terrenos de juego. En total, siete meses de calvario y dos de recuperación.

Sin vacaciones

El futbolista es plenamente consciente de que tendrá que trabajar intensamente durante su corto período de vacaciones. Es también sabedor de que no se encuentra a su máximo nivel, y es por ello por lo que, lejos de quitarse el mono de trabajo, realizará un doble esfuerzo para llegar al 100% para la 2025/26. Está dispuesto a todo y confía en que así será.