Ronald Araujo y su impacto en la creación de juego del FC Barcelona | OneFootball

El Barça de Flick se basa en la asociación. Con la posesión a favor, la línea defensiva se adelanta muchos metros hasta superar la mitad del campo, lo que permite a los futbolistas de la medular también dar pasos hacia delante. De esta manera, el rival se queda encerrado en su terreno y teniendo que correr detrás del balón. Los jugadores azulgranas, dotados de gran calidad, se mueven entre líneas y filtran pases constantemente. No obstante, para que todo el engranaje funcione correctamente, es fundamental que los centrales estén capacitados de buen juego de pies y visión.

Hasta ahora, en esta faceta, todo ha funcionado a la perfección. Cubarsí e Iñigo han sido la pareja titular durante la primera parte de la temporada, hasta la lesión del vasco. Juntos forman un tándem muy interesante, pues son inteligentes con y sin balón, contundentes en defensa y se convierten en centrocampistas a la hora de mirar hacia adelante. Asimismo, se complementan muy bien. El caso es que, con la ausencia de Martínez, Ronald Araujo ha ocupado ese lugar y el juego del Barça se resiente notablemente por la falta de habilidades del charrúa en este aspecto.

La salida de balón de Ronald Araujo

El defensor nacido en Rivera es pura potencia física. Mide 1'88 metros, es rápido, fuerte, con un cabezazo muy potente e impone respeto en los duelos. De hecho, contando los cuatro partidos de LaLiga y Champions League que ha disputado en 2025, ha ganado el 74'5% de los enfrentamientos disputados, ha recuperado 2'5 balones por encuentro y no ha sido regateado en ninguna ocasión. El problema de Araujo no es su capacidad defensiva, siempre ha demostrado ser un auténtico muro cuando está en forma.

La situación que genera más incomodidad con Ronald es la salida de balón. Cuando llegó al FC Barcelona, en 2018, su juego de pies era bastante peor. Su mejoría en este aspecto es notable, en especial, durante el tiempo que estuvo bajo la dirigencia de Xavi Hernández. El técnico de Terrassa lo ayudó en este aspecto y en otros, como la colocación, para tratar de exprimir su potencial. No obstante, este curso, con la presencia de Cubarsí e Iñigo, se le están viendo las costuras.

No es algo nuevo, ya lleva pasando un tiempo. De hecho, la temporada pasada, en la fatídica eliminatoria europea ante el PSG, Luis Enrique planteó una estrategia especial para aprovechar esta carencia. Salió a la luz en su documental 'No tenéis ni put* idea': "Es un jugador top, pero es el que tiene más problemas con la salida del balón. Cada vez que reciba, bloqueamos una línea de pase y estamos dentro", aseguró el técnico asturiano. Así pasó, no se equivocó en nada. Incluso, el plan le salió mejor de lo previsto, pues el uruguayo terminó expulsado.

En el encuentro ante el Alavés, Ronald fue sustituido por haber visto una amarilla y, probablemente, por su falta de soluciones en el inicio de las jugadas. Perdió 5 veces la posesión al realizar desplazamientos en largo y el resto de pases fueron horizontales, al pie de los jugadores vestidos de azulgrana que acudían a recibir. En su lugar, entró Eric García que, junto a Cubarsí, sumó mucho en la creación de jugadas. La realidad es que Hansi Flick tiene un problema en este aspecto. Si bien Araujo es bueno en defensa, la salida de balón no está al nivel de la de sus compañeros.

La competencia en defensa es feroz

Bajo el mando de Hansi Flick, la exigencia es máxima. Todos quieren jugar, lo que obliga a dar el máximo en cada partido. De hecho, al técnico alemán no le ha temblado el brazo a la hora de sentar a algún futbolista que no estuviese fino. En la zaga, la pugna será máxima. A priori, el buen precedente del binomio Cubarsí-Iñigo les podría dar ventaja. De igual manera, Eric García, pese a no tener un rol de titular, suma mucho cuando está sobre el verde.

El contexto más complicado lo tiene Andreas Christensen, pues lleva toda la temporada lesionado. No obstante, la situación deportiva de Ronald Araujo tampoco es cómoda. Tras muchos rumores sobre su renovación, ha aumentado su vínculo contractual hasta 2031 y está "muy feliz", como él mismo aseguró públicamente. Sin embargo, la competencia es feroz y, pese a sus grandes dotes físicas, su juego de pies le podría apartar de la titularidad.