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·29 de octubre de 2024
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«Soy un chico normal con valores, que estudia, que intenta hacer las cosas bien y no se fija en los estereotipos de fuera del fútbol», afirmó Rodrigo Hernández Cascante (Madrid, 1996) tras alzarse con el galardón. Es un chico sencillo: cuenta con una carrera universitaria, lleva más de ocho años con Laura Iglesias, su mujer, y no tiene redes sociales. De hecho, anoche reconoció que no se plantea abrir un par de perfiles después de hacer historia. 64 años después, un español ha conseguido ganar el Balón de Oro masculino y ese ha sido Rodri. El último fue Luis Suárez Miramontes en 1960 y, pese a contar con grandes figuras en el camino como Raúl González, Xavi, Andrés Iniesta o Iker Casillas, 2024 ha sido el año.
Rodri cerró el fin de curso con la Eurocopa, donde salió como MVP del torneo y siendo una de las grandes figuras. Anotó un gol ante Georgia en los cuartos y lo jugó prácticamente todo, aunque solamente pudiera disputar 45 minutos en la final por una inesperada lesión. Desde la llegada de Luis de la Fuente se convirtió en el eje fundamental de la selección, en la columna vertebral que permitía engrasar al resto del equipo. El técnico de La Roja contó con el centrocampista del City en todas las convocatorias que tuvo en su haber.
A nivel de clubes, también firmó un gran año. Se hizo con la Premier League, la Supercopa de Europa ante el Sevilla con asistencia incluida y el Mundialito de Clubes donde fue votado como mejor jugador. A esto, súmale que disputó tres finales más, aunque cayeron en penaltis en dos ocasiones, tanto en cuartos de la UEFA Champions League ante el Real Madrid como en la Community Shield ante el Arsenal, así como una sorprendente derrota por dos goles a uno en la FA Cup ante su vecino, el Manchester United.
En total, Rodri se pasó más de 365 días sin conocer la derrota: 74 choques invicto (58 victorias y 16 empates). Según un informe de FIFPro, fue convocado en 72 ocasiones entre club y selección y disputó 66 encuentros, acumulando hasta 6.107 minutos sobre el terreno de juego. Cabe destacar que 36 de esos encuentros fueron consecutivos, por lo que el tiempo de recuperación fue mínimo con una media entre partidos de 127,7 horas en toda la temporada.
Rodri celebra la Eurocopa con España / Fuente: Getty Images
Primero fue Aitana Bonmatí, que revalidó el título tras imponerse a Graham Hansen y Salma Paralluelo. Después, fue Rodri el que se impuso a Vinícius y Carvajal, sucediendo así a Leo Messi. Junto al Trofeo Kopa de Lamine Yamal, España fue, es y será una fiesta. En toda la historia, ningún país ha conseguido ganar un Balón de Oro masculino y femenino de forma simultánea, hasta que llegamos nosotros.
Formado en las filas del CD Villanueva de la Cañada, fichó por el Atlético de Madrid tras pasar por la cantera del Rayo Majadahonda, donde coincidió con Lucas y Theo Hernández. En 2012, en su primera temporada como juvenil, se fracturó los huesos del cúbito y el radio, lo que le condujo al Villarreal. Allí debutó en Segunda B con el filial y, meses más tarde, con el primer equipo. No obstante, también le ayudó a crecer académicamente, puesto que comenzó la carrera de Administración y Dirección de Empresas (ADE), que actualmente ha conseguido. En 2018, fue repescado del Atlético, donde rápidamente llamó la atención del Fútbol Club Barcelona y de Pep Guardiola, que se lo llevó al Manchester City por 70 millones de euros. El resto es historia.
No lo ha tenido fácil para llegar hasta el día de ayer. Siendo juvenil, sus entrenadores dejaron de contar con él, pero el apoyo de su padre Antonio fue esencial para no dejar el fútbol. En su discurso, no dejó escapar este recuerdo ni muchos otros «culpables» de su victoria. Sus padres son una piedra angular de su éxito, así como su pareja Laura y su representante, Pablo Barquero, que lleva a su lado desde que jugaba en la cantera del Rayo Majadahonda. También mencionó a todo el entorno del City, a Luis de la Fuente, Lamine Yamal y Dani Carvajal, el primero en llamarle una vez finalizó la gala y con quien «comparte» y de forma desafortunada una lesión.
Aitana Bonmatí y Rodri, ganadores del Balón de Oro femenino y masculino / Fuente: X (@ballondor)
26 contribuciones de gol (12 goles y 14 asistencias), cuatro títulos y un Balón de Oro. El sacrificio de Rodri ha sido inmenso, pero recompensado. El centrocampista español lo ha jugado prácticamente todo, aunque la doble vara de medir le ha castigado con una de las peores lesiones que existen dentro del mundo del fútbol, el ligamento cruzado. Es un aspecto que condena al City, puesto que su juego se ve seriamente perjudicado sin él. La temporada pasada se perdió nueve partidos y los sky blues cayeron derrotados en cuatro de ellos.
Sin Rodri en el campo, la maquinaria peca de fluidez. Desde que aterrizó en Manchester en 2019, el conjunto de Pep Guardiola disminuye su porcentaje de victorias del 74,2% al 66,7% cuando no pisa el verde. Además, pasan de generar 2,37 puntos por encuentro a 2,07. Es un jugador clave para superar a rivales con pases verticales (8.43 por partido), presionar al rival tras pérdida (17.63) o mantener simplemente el equilibrio en fases con o sin balón.
Rodrigo Hernández demuestra que ser buen futbolista es equiparable a ser buena persona. Juega como vive. Simplemente basta con tener la camiseta metida por dentro, ser inteligente y tener ambición por mejorar a diario. Ni cortes de pelo extravagantes ni accesorios, sino una mezcla de sencillez y elegancia escondida bajo el silencio que rodea su figura. Trabajar en la sombra puede alargar el éxito, pero todo esfuerzo tiene su recompensa y la misma ciencia tiene pruebas de ello. Porque Rodri, pese a ir en contra de los estigmas de la sociedad, le ha enseñado al mundo que la grandeza se puede construir en pocas palabras.
Rodri corona un año bestial con el Balón de Oro / Fuente: X (@ballondor)