River vs. Banfield: y el emotivo regreso de un rafaelino por adopción ídolo en el Monumental | OneFootball

Marcelo «Trapito» Barovero volverá a Núñez tras su salida hace casi 8 años y se reencontrará con los hinchas del Millonario que lo recuerdan de la mejor manera.

“A Barovero nunca lo vamos a olvidar”, cantaron los hinchas de River allá por mayo de 2016 cuando el ex-arquero de Atlético de Rafaela Marcelo Barovero jugó -ante Gimnasia- su último partido en el Monumental. Aún le quedaba mucho por dar en Núñez, pero ya había estado cuatro años en el club y prefirió emigrar en búsqueda de mayor tranquilidad y partió al fútbol mexicano. Su salida de River no tuvo nada que ver con motivos futbolísticos.

River recibirá a Banfield este domingo desde las 19.15 horas en el Monumental y seguramente una de las mayores ovaciones de la jornada se la lleve Marcelo Barovero, quien desde el mes pasado defiende los colores del Taladro. Además de los aplausos, lo que seguramente también se dé sea un cálido abrazo entre Trapito y Franco Armani, quienes vienen cruzando elogios desde hace tiempo.

Por River pasaron verdaderas glorias del arco. El más icónico es Amadeo Carrizo, pero también lo hicieron Ubaldo Fillol y Nery Pumpido -campeones del mundo con la Selección Argentina en el 78 y 86 respectivamente- y en la era moderna Germán Burgos. A esa lista de guardametas hay que sumar a quienes se verán las caras este domingo y el hincha los pone en lugares de ídolos: Marcelo Alberto Barovero y Franco Armani, ambos campeones de la Libertadores con el Millonario.

Una atajada que quedó marcada a fuego

Marcelo Barovero tuvo un sinfín de atajadas espectaculares en sus cuatro años en River, pero la que trascendió y será recordada en las siguientes décadas será el penal que le atajó a Gigliotti en la revancha de la semifinal de la Copa Sudamericana ante Boca. La ida había terminado 0 a 0 en la Bombonera y la vuelta comenzó de la peor manera para el Millonario: penal para Boca a los 20 segundos. Emmanuel Gigliotti lo ejecutó, y Trapito atajó el penal. Fiel a su estilo sobrio, lo celebró levantando el índice y nada más.