Resultadísmo suficiente para ir a Lisboa | OneFootball

Tras el empate a uno en el partido de ida, el Barcelona consolida su pase a cuartos con una victoria por 3-1 ante un Nápoles que intento plantarles cara, especialmente en la segunda mitad. En los primeros compases del encuentro, eran los italianos los que marcaban el ritmo, aunque fue Lenglet quien abrió el marcador con un remate de cabeza tras un córner en favor de los azulgranas cuando apenas habían transcurrido diez minutos de partido.

Tras el gol, los de Setién no bajaron la guarda y unos minutos más tarde sería Messi el encargado de transformar el segundo tanto mediante una jugada propia del argentino en la que sorteó a todos los defensas italianos y remató desde el suelo para enviar el balón al fondo de la red.

Los jugadores del Nápoles no eran capaces de responder al dominio de los azulgranas y de nuevo, Leo Messi anotaba el tercer gol del encuentro, controlando el balón con el pecho y definiendo perfectamente ante Ospina. Sin embargo, el VAR decidió revisar la jugada y para sorpresa de todos, anuló el gol por una mano un tanto dudosa que no llegó a apreciarse bien en ninguna de las repeticiones. Definitivamente, un gol injustamente anulado.

De nuevo, el Barcelona seguía dominando el juego, con posesiones largas y triangulaciones, lo que desesperaba al Nápoles al ver como el tiempo seguía corriendo y no podían recortar distancias en el marcador sino todo lo contrario, puesto que sería Luis Suárez el que anotaría el tercer gol para el equipo mediante un penalti cometido sobre Leo Messi, al recibir una peligrosísima patada en el área pequeña al robarle el balón a Koulibaly.

Con el 3-0 en el marcador la eliminatoria parecía encarrilada, pero Mertens consiguió batir a Ter Stegen desde los once metros, transformando un penalti cometido por Rakitic, abriendo nuevamente el partido. En la segunda parte, el Barça reculó y el Nápoles lo apretó muy arriba, pero supo sobreponerse y mantener la posesión del esférico y crear alguna ocasión de peligro, sobre todo con dos jugadas de Luis Suárez que podrían haber terminado en penalti, pero ni el VAR ni el árbitro decidieron revisarlas.

El partido continuó sin grandes ocasiones, momento en el que Gattuso decidió meter en el campo a Milik, quien conseguiría meter el segundo gol a favor de los italianos, aunque esta jugada sería invalidada por fuera de juego. Por su parte, el Barça continuaba concentrado, moviendo la pelota como sabe hacerlo, aunque con demasiada tranquilidad.

A falta de diez minutos para el final, Setién movió el banquillo para que Monchu debutase, lo que sorprendió a los aficionados al no haber apostado por Riqui Puig o Ansu Fati. De todos modos, pensando en el resultado, el Barcelona consigue pasar a la siguiente fase, donde le espera el que posiblemente sea el favorito para ganar esta competición, el Bayern de Múnich, que se impuso por un 7-1 en el global ante el Chelsea.