Renan Lodi naufraga en su debut en el Atlético: expulsión en la primera parte | OneFootball

Renan Lodi empezó su carrera en el Atlético de Madrid haciendo algo que puede exasperar a su entrenador durante semanas: dos amarillas y a la calle sin que terminase la primera parte. Ninguna de las dos, es cierto, por acciones de gran agresividad, la segunda incluso puede discutirse que sea tarjeta, pero al final es lo mismo, dejar la batalla antes de que termine y obligar a reestructurar la defensa en una posición, además, en la que el Atlético está corto de alternativas.

Era el primer partido del lateral y las sensaciones fueron peores que en pretemporada. Donde Kieran Trippier se coronaba, con una asistencia tremenda para el gol de Moratada y varias buenas cabalgadas, Lodi parecía perdido, un poco superado por las circunstancias. En algunas ocasiones se le vio subir sin mucho control cuando el balón todavía estaba muy atrasado y, en general, no tuvo prácticamente ninguna aparición para ser optimista. Su expulsión obligó a Saúl a ponerse en su lugar y tapar el agujero, perder así de paso un centrocampista que estaba bastante entonado.

Es, en todo caso, una muestra muy pequeña, una escasa participación que tendrá tiempo y oportunidades para enderezar el rumbo y conseguir gustar en el Metropolitano. Lodi, además, se vio perjudicado por el cada vez más sensible arbitraje de la liga española.

En el pasado, en casi todos los años pasados, esa misma acción no hubiese sido más que una "sigan sigan" del árbitro y a continuar jugando. A Lodi la segunda le vino por sacar la mano en un salto con Damián, pero no con agresividad, una simple acción de juego. Claro que, solo unos minutos antes, Jorge Molina había sido expulsado por la nueva norma estrella de esta liga, esa que dice que pisar el talón del rival, sin importar que sea una jugada tremendamente fortuita, te manda directamente al vestuario. Dos días y dos expulsados por una acción que el aficionado futbolístico nunca ha identificado como merecedora de esa sanción.