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·9 de septiembre de 2024
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El Sant Andreu está viviendo días dulces estas últimas semanas, en las que todo parece ir viento en popa. El conjunto barcelonés es líder del grupo 3 de 2a RFEF después de haber conseguido dos victorias de dos posibles. La última, ante el Andratx en el Narcís Sala, en un duelo apasionante que se saldó con un 3-2.
Precisamente, estos méritos deportivos han aumentado el interés en el Sant Andreu, haciendo crecer a su afición de forma progresiva cada año. Sin embargo, está claro que estos méritos deportivos no se podrían haber conseguido sin su gente. Entonces, qué vino antes, ¿el huevo o la gallina?
El Sant Andreu agradece el apoyo a su afición | Foto: @uesantandreu
En el año 2022, el Sant Andreu contaba con 1.000 socios, una cuarta parte de lo que tiene actualmente, tan solo dos años después. En esa temporada se contó con el apoyo de un grupo de socios voluntarios que ayudaron a su difusión.
Al año siguiente (2023) se conseguiría una gesta significativa que el club recuerda con cariño, dónde empezó el crecimiento reciente. El Sant Andreu conseguía el ascenso a la Segunda RFEF en la eliminatoria frente al Salamanca. Ese mismo verano, el club superó los 3.000 socios para la campaña 23-24. Más de 3.000 voces que querían animar al conjunto ‘quadribarrat’.
El Sant Andreu atribuye gran parte de ‘culpa’ de su gran situación actual a aquellos socios que «sostuvieron al club en las categorías inferiores», así como a la «tarea de Gol Norte» (donde se ubican los aficionados radicales ‘Desperdicis’).
Gol Norte del Narcís Sala donde se ubican los ‘Desperdicis’ | Foto: @uesantandreu
Además, tras el gran ascenso a la Segunda RFEF, el Sant Andreu se quedaba con ganas de más. En línea ascendente, la temporada pasada disputó los playoff para ascender a la Primera RFEF después de una campaña histórica.
Pese a caer eliminados ante el Zamora en las semifinales, el entrenador Xavi Molist lo tiene claro de cara a esta temporada, exponiendo que el objetivo es conseguir lo mismo o incluso apuntar más arriba. De esta forma, el entusiasmo de la afición ha llevado a ‘romper el techo’ de los 4.000 y seguir dando golpes encima de la mesa.