OneFootball
Daniel Cadena Jordan·24 de julio de 2019
In partnership with
Yahoo sportsOneFootball
Daniel Cadena Jordan·24 de julio de 2019
En la más reciente cita amistosa del Real Madrid, en la que batieron en los penales al Arsenal, Marco Asensio fue retirado de emergencia con una lesión que, a falta de un parte médico oficial, luce severa.
Si la misión en el frente de las transferencias era salir de Gareth Bale a como diera lugar, con incluso un impasse por una desatinadas declaraciones de Zidane al respecto, ahora el tono debe suavizar por necesidad.
Las opciones son dos: Buscar una nueva alternativa en el mercado, la cual no será económica por el perfil que requeriría para suplir uno a uno a Asensio, en un verano ya bastante costoso para el Madrid. O, apostar, nuevamente, por Gareth Bale. En vez de dejarle salir, retenerlo y dejar para el próximo verano la ya habitual saga veraniega.
Quedará del galés aprovechar la oportunidad para, al menos, irse por la puerta grande el año entrante y reconquistando a una afición que hace mucho dejó de aprobar de él.
Una relación rota, fue el balance del más reciente cruce de declaraciones entre el elenco de Bale y Zidane, protagonizado a micrófonos y titulares de prensa.
Será posiblemente la prueba más grande que tenga Zidane como técnico, no sólo en esta campaña, sino en lo que lleva como entrenador: Poner a un lado las rencillas, pensar en frío y en lo que más conviene a su club, de momentos, le obligaría a tenderle un olivo de paz al galés, y entre ambos sacar adelante una temporada que se ha complicado de forma no prevista.