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·16 de septiembre de 2023
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·16 de septiembre de 2023
Ayer, para sorpresa de la gran mayoría, el Real Zaragoza no pudo seguir prolongando su racha de victorias, ya que el Racing de Santander logró articular perfectamente su idea de juego.
Las imprecisiones, la tónica de la primera mitad
La primera parte arrancó con un equipo local dubitativo, indeciso y errático. Había muchas imprecisiones en los pases y faltas de ideas en ataque ante el buen posicionamiento de su rival. Sin embargo, Germán Valera logró encontrar un resquicio en área racinguista para provocar el enfado de La Romareda. Saúl arrolló al extremo maño dentro del área, pero el árbitro decidió no decretar penalti.
El encuentro seguía siendo entretenido, pero el Real Zaragoza seguía sin conseguir imponerse. Ante esto, el Racing de Santander disfrutó de varias oportunidades para ponerse por delante. Aldasoro, Ekain y Andrés Martín perdonaron dos gran oportunidades. Pero quién no perdonaría minutos más tarde sería Grenier, que supo aprovechar el pase de Íñigo Vicente para hacer el 0-1 tras un nuevo error en la salida de balón de los locales.
Cuando todo parecía que se iba a ir al descanso con el equipo aragonés por debajo del marcador, apareció el que hasta ese momento estaba siendo el mejor de los blancos, Germán Valera. En el minuto 47′, justo antes del pitido que indicaba el final de la primera parte, el extremo logró batir la meta rival para conseguir un empate valioso.
Cuarenta y cinco minutos sin apenas ocasiones
Por lo que respecta a la segunda mitad, el elenco rival tuvo las más claras. El Real Zaragoza trató de agitar el banquillo para darle otro aire al encuentro, pero, pese a que la entrada de Azón aportó muchas cosas, nada pudieron hacer los cambios realizados por Fran Escribá.
El Racing de Santander, entrenado por José Alberto, se llevó un meritorio empate que supo a poco. Fueron superiores y, con un juego sólido, ordenado y directo, consiguieron confirmar las sensaciones de su buen inicio liguero.