La Galerna
·27 de enero de 2025
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·27 de enero de 2025
Buenos días. Las portadas de hoy vienen plagadas de noticias buenas, malas y neutras, todo ello desde el punto de vista madridista. ¿Preferís antes las buenas, las malas o las neutras?
Nosotros, a estas horas de la mañana, preferiríamos antes las neutras, por aquello de que no estamos para emociones fuertes aún, ni de un lado ni del otro. Con el primer café de la mañana empezamos a abrir los ojos, pero no a cualquier cosa. No a noticias, desde luego, y si no hay más remedio que sean de las que no nos hacen arquear ni una ceja. Hacer de Ancelotti a estas horas es agotador.
Vamos a hacer lo que podamos, pero os advertimos que en las primeras planas de este día desapacible noticias de diversa categoría se agolpan insensiblemente.
En Sport, por ejemplo, y en una portada que si fuese musical llevaría fanfarrias, se celebra hoy el Día del Júbilo Culer. Por una parte, se felicitan por la severa goleada (7-1) inflingida ayer al Valencia (noticia digamos neutra, por cuanto no afecta al sólido liderazgo del Madrid, que saca 4 puntos al Atleti y 7 al equipo que constantemente inventa el fútbol aunque haga una década que no se acerque ni por asomo a una final de Champions); por la otra, se emiten vítores en honor a la sección femenina del club cliente de Negreira, que se adjudicó la Supercopa de España al arrasar en la final al Real Madrid de mujeres. Esta última noticia sí que es radicalmente mala para los intereses blancos, evidentemente.
Hemos perdido la cuenta de las goleadas que las azulgrana han endosado a las merengues desde que existe la sección. Es evidente que esta realidad, durísima, supone una merma en el prestigio de la institución, cuya cultura intrínseca no tolera el recibir palizas consuetudinarias ante el eterno rival en sección alguna, tampoco en la de tiro con arco si existiese.
El equipo ha mejorado lo suficiente como para vencer con alguna comodidad a la mayor parte de equipos de la tabla en España (otra cosa puede ser Europa, donde iremos viendo), pero no parece haber mejorado un ápice en el duelo frontal con las blaugrana, que nos zarandean sin piedad en cuanto tienen ocasión. Sucede además que el aficionado medio solo presta atención cuando llegan estos duelos directos, permaneciendo ajeno al devenir —en general positivo— del equipo durante el resto de la temporada. Solo estos batacazos se instalan en el pensamiento colectivo, y lo empiezan a hacer con una suerte de resignación, figura incompatible con el código genético vikingo. El haber ganado cero títulos en cinco años de existencia de la sección tampoco ayuda, evidentemente.
Parece que la directiva tiene claro que el esfuerzo financiero que acarrearía armar una plantilla que estuviera en condiciones de competir con las culés no interesa. No hay fe en que, a largo plazo, pueda ser una sección rentable. Al no haberla, se parte de la base de que será eternamente un centro de costes, y no se puede hipotecar más aún el presupuesto con cargo a una sección deficitaria. Por tanto, se reforzará el equipo (ya lo ha hecho), pero nunca más allá de las líneas rojas que marca esta restricción.
La aproximación al asunto parece sensata, pero empieza a pesar más de lo debido en el aficionado. Los inevitables tintes políticos que por desgracia trae consigo el asunto enfangan aún más el panorama, lanzando a un sector de la afición —el que se identifica con posiciones políticas más derechistas, aunque no solo ellos— a preconizar el cierre del capítulo.
En La Galerna somos partidarios de la continuidad. El camino va a ser duro, pero la demanda social que motivó la apertura de la sección sigue presente, y el club tiene un deber moral con la comunidad en la que vive, un deber al que siempre ha respondido de manera intachable a través sobre todo de la Fundación, pero también en otros ámbitos. No hay marcha atrás en la ambición de proporcionar un aterrizaje al sueño de miles y miles de niñas madridistas, que aspiran a vestir los colores por los que suspiran. Sin embargo, si esas niñas son verdaderas madridistas, no solo querrán jugar en el Madrid, sino también GANAR en el Madrid. El equipo necesita una vuelta, cuanto menos psicológica, para poder no ya ganar, sino al menos competir con las culés. Y un esfuerzo en términos de plantilla que sea compatible con un presupuesto razonable.
Mundo Deportivo también divide en dos su portada, solo que en este caso otorga más espacio a la goleada al equipo che. “Aplastante”, titula, ante una foto de Fermín, jugador más que estimable cuando no se dedica a insultar a la afición del Real Madrid. Todo respetable desde los puntos de vista partidistas de esta publicación. Lo que no es tan respetable es el enfoque de otros medios respecto a esta goleada. Ved sin ir más lejos cómo la presenta la edición digital de Marca.
Qué sutileza, amigos. Qué consideración. Juega el equipo cliente de Negreira contra el Valencia, equipo bandera de la comunidad autónoma más trágicamente castigada por la DANA, y Marca se lanza con titulares “ingeniosos” sobre la AEMET y sus predicciones meteorológicas. Si esa es su idea de lo chispeante, más vale que sigan siendo aburridos. (Aporte de @maketolari).
Por lo demás, los medios publicados en Madrid se centran en la buena marcha del equipo de Ancelotti. Mbappé, pese a un inicio titubeante, que llevó a muchos a emitir juicios de valor tan precipitados como irrisorios, está ya en camino de batir los registros cristianistas en el primer año vikingo del de Madeira, mientras As resalta los excelentes números del cuarteto atacante de los blancos.
Con esas portadas os dejamos.
Pasad un buen día.