Offsider
·27 de enero de 2023
Offsider
·27 de enero de 2023
En el primer cuarto parecía que el conjunto de Jasikevicius se había despertado antes de la siesta y consiguió rápidamente con una ventaja cercana a los dos dígitos, ya que por parte del Real Madrid tan solo Tavares había conseguido los 6 puntos de su equipo. Por su parte, el Barça mediante robos y rebotes conseguía canastas fáciles que le permitieron llegar a los 12 puntos de ventaja (6-18) a mediados del primer periodo. La entrada de Sergio Rodríguez cambió el rumbo del partido. El Chacho se echó al equipo a la espalda sustituyendo a Hanga y con el canario en la dirección de juego, el Madrid consiguió un parcial de 10-2 para que el equipo local volviese a entrar en el partido. El primer periodo finalizaría con tan solo 4 puntos de desventaja para el Real Madrid (16-20).
El segundo cuarto parecía una repetición del primero en los minutos iniciales. Los triples de Satoransky, sumados a los puntos fáciles de Vesely y los rebotes ofensivos permitieron a los blaugranas volverse a despegar en el marcador. El Real Madrid tenía que volver a remar y lo hizo gracias a las armas que se guardaba en el banquillo. Chus Mateo decidió dar entrada a Sergio Llull y Rudy Fernández que tenían como misión revolucionar el partido. Dicho y hecho. La gran habilidad en defensa de Rudy junto a su puntería en el triple, añadido a la intensidad de Llull, permitieron al equipo blanco recortar distancias. Tavares volvió a cancha con dos faltas arriesgándose a cometer una tercera y ver limitados sus minutos. Sin embargo, el pívot fue clave para añadir puntos al casillero local y reducir la distancia a tan solo 3 puntos.
El Barça aprendió la lección en el primer cuarto y volvió a pisar el acelerador. El acierto en el triple más la intensidad en el rebote ofensivo volvieron a marcar el rumbo del conjunto culé. A pesar de la energía de los capitanes del Real Madrid, que metieron al público en el partido, el equipo de Jasikevicius consiguió aumentar la distancia hasta los 7 puntos. Con esta diferencia ambos equipos se dirigirían a vestuarios con 20 minutos por disputar (32-39).
Comenzó el tercer cuarto de nuevo con dominio del Barça. El conjunto culé tenía la forma de neutralizar a su rival y volvía a ampliar su ventaja a dobles dígitos. Sin embargo, el Real Madrid no se rendía. Una nueva racha de los merengues permitió a los de Chus Mateo colocarse a tan solo 2 puntos (42-44). El tiempo muerto de Jasikevicius dio alas a su equipo. Los visitantes volvieron a estirar la goma y se marcharon de nuevo por diez puntos. Los triples de Kalinic y Satoransky no fueron suficientes para matar el partido gracias a la actuación de Gabriel Deck. El tercer periodo acababa con 9 puntos de ventaja para el Barça y con el Real Madrid todavía vivo (50-59).
El Real Madrid necesitaba reaccionar y el Wizink Center sirvió de apoyo. La afición volvió a meterse en el partido y las acciones de Llull y Deck permitieron a los locales adelantarse en el marcador por primera vez en todo el encuentro. A falta de dos minutos todo parecía que iba sobre ruedas para una victoria local y una nueva noche mágica del 10 veces campeón de Europa. En las últimas jugadas del encuentro las defensas se impusieron y finalmente el gran último cuarto del Madrid solo sirvió para llegar a la prórroga (73.73).
El clásico siempre es un partido especial y jugándose el liderato de la Euroliga más todavía. Si durante tres cuartos el Barça había dominado, el gran último cuarto animó al Real Madrid para realizar una gran prórroga. Llull y Deck dejaron de ser los protagonistas para que Hezonja y Musa cogieran el testigo. A falta de un minuto el conjunto blanco se puso 7 minutos arriba y el encuentro parecía finiquitado. Sin embargo, dos pérdidas consecutivas tras saque de fondo permitieron al Barça volver a colocarse a 3 puntos. Finalmente los tiros libres sin fallo de Llull dieron la victoria al Real Madrid.
En vivo