Quique no desactiva la alerta | OneFootball

Las malas noticias parecen haberse hecho protagonistas en este tramo de competición del Sevilla FC. El conjunto de Quique Sánchez Flores vuelve a pinchar con un conjunto de la parte baja y se complica el panorama en el final de la Liga. Un partido que parecía encarrilado al descanso, a pesar del mal juego. Pero el conjunto hispalense se ha abonado al sufrimiento esta temporada, y dilapida una ventaja conseguida por el goleador marroquí En-Nesyri. Con la solidez defensiva evaporada en los dos últimos partidos, solo la anotación sostiene al conjunto andaluz actualmente.

Un once reconocible

La composición inicial del Sevilla FC ha dejado de destacarse en las noticias. La alineación de Quique Sánchez Flores es reconocible, y los cambios solo se ejecutan por ausencias destacadas. Por lo tanto, pocas explicaciones hay por ese lado, disponiendo el técnico madrileño de la mayor parte de la plantilla. Un once de gala saltó al estadio Ramón Sánchez-Pizjuán indolente y apático. Como si algunos no fueran conscientes de la clasificación liguera. Los rojiblancos no están fuera de la zona de peligro, y con su falta de intensidad resbalan poco a poco a la zona caliente. Malas sensaciones que el Celta avivó con buen juego a inicio del encuentro, pudiendo anotar en varias ocasiones.

Youssef En-Nesyri, en el duelo del Sevilla FC frente al RC Celta | Imagen: La Colina de Nervión-María de los ángeles Mendoza

Al descanso por delante

Pese al mal juego de los compases iniciales, los delanteros hispalenses generaban inquietud en una frágil defensa celtiña. Fruto del trabajo ofensivo el delantero alauita adelantaba a los locales. Un espejismo en el marcador, que no reflejaba lo visto en el césped. El demérito de los de Nervión era evidente. Pero el delantero sevillista gozó de la eficacia de la que se adoleció en el partido previo en Almería. El Celta pudo anotar, pero sus ataques se perdían en la maraña defensiva de Quique Sánchez Flores. Con dominio celeste del balón, pero marcador a favor de los locales se llegó al descanso. No sin polémica, pues una falta clara sobre En-Nesyri, al borde mismo del área, no fue sancionada por un colegiado francamente incisivo con los rojiblancos. No así con los gallegos, que aprovechaban la pasividad del colegiado para con ellos. La mejor de las noticias para el Sevilla FC llegaba en el descanso con el marcador a favor.

Una nefasta segunda parte

Podía pensar la parroquia de Nervión que Quique Sánchez Flores ajustaría el once para consolidar el conjunto en la media, donde sufría una verdadera sangría. Y permitir a los hispalenses dominar a un Celta que, con el marcador en contra, se vería forzado a arriesgar en el césped. Pero el técnico rojiblanco apenas dio cambios en la estructura y poco a poco los gallegos fueron dominando el encuentro. A pesar de todo, asumían riesgos los gallegos y la parcela ofensiva de los rojiblancos comenzaba a acumular ocasiones marradas ante la meta de Guaita. La grada se desesperaba ante la sangría de oportunidades desperdiciada por los sevillistas. Y comenzaban a temer la proximidad de malas noticias para el Sevilla FC en ese partido.

Hay una máxima en el mundo del fútbol. Quien perdona la paga. Y los hispalenses se han abonado a ese principio. Tanto en Almería como en Nervión contra el Celta perdonaron ocasiones de todos los colores. Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Los gallegos igualaban el marcador con un gol de Carles Pérez que anotaba el empate. Justo antes, Quique Sánchez Flores había retirado a En-Nesyri del terreno de juego, y el marroquí no se tomó a bien el cambio, encarándose con el técnico. Preludio de las malas noticias para el Sevilla FC, demostrando que no todos los jugadores van a  una con  el técnico madrileño.

El Celta remonta

Empatado el encuentro, y ante el vigor ofensivo de los vigueses, los hispalenses dieron un paso atrás. Preludio del caos que se aproximaba. Enfrente un buen conjunto celeste al que el debut de Claudio Giráldez desatascó de sus problemas. Y mete, de paso, a los sevillanos en un jardín. Conectaba Larsen una excelente acción ofensiva para anotar el segundo en su casillero. Debacle en Nervión. Sin noticias del medio campo del Sevilla FC, la defensa era un coladero. Los locales profundizaban en sus carencias, mientras que los gallegos defendían con balón su ventaja. Quique Sánchez Flores no acertaba con sus cambios. Y los sevillistas, tocando a rebato, trataban de lograr por la heroica lo que no lograron en el juego.

Pero en el descuento una caída de Lukebakio en el área visitante provocaba un penalti al filo de lo imposible. Una pena máxima que fue desautorizada por el VAR, muy poco favorable a los hispalenses en esta temporada. Que a nadie le extrañe que los colegiados acaben retratados en las noticias del Sevilla FC. Con la polémica decisión se acababa el encuentro, que ponía a Quique Sánchez Flores a los pies de los caballos.

Gudelj, Ocampos y En-Nesyri, conversando durante el encuentro frente al RC Celta de Vigo.// Imagen: Samuel López.

Quique Sánchez Flores, bajo la lupa

Apagado inicialmente el primer fuego por el enfrentamiento entre el preparador madrileño y el delantero marroquí, el foco pasó al pésimo encuentro de los locales. Tanto Quique Sánchez Flores como Youssef En-Nesyri echaron tierra sobre su discusión. Cosas del momento. Y a otra cosa. Es la mejor de las noticias al respecto para un Sevilla FC que no puede prescindir de su goleador a estas alturas. Por contra, la situación del conjunto andaluz en la clasificación no hay quien la salve. A seis puntos del descenso, marcado por el Cádiz, sus seguidores le pisan los talones.

Los números son abrumadores. Con un 65 % de la posesión para los gallegos ni el juego puede ser excusa para la derrota en casa. Con un punto de seis posibles ante rivales directos la salvación se antoja complicada. Y el crédito de Quique Sánchez Flores en Sevilla se empieza a agotar. Una pena, vista la anterior racha contra Atlético de Madrid o Real Sociedad. Pero la competición por la salvación se juega en estos partidos cruzados y los sevillistas están jugando con fuego. Con la actitud no se negocia. Parece que algunos no lo tienen claro todavía en Nervión.