La Galerna
·7 de agosto de 2024
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·7 de agosto de 2024
Buenos días, amigos. La actualidad, y con ella las portadas del día, viene marcada por dos fichajes que ya podemos dar por más o menos oficiales: Dani Olmo al club cliente de Negreira y Julián Álvarez al Atlético de Madrid. Son dos excelentes jugadores, especialmente Álvarez, cuya querencia repentina por los colores colchoneros resulta sorprendente por mucho que haya un paisanaje con Simeone. Parecía claro que el excelente delantero argentino debía abandonar el City en aras de una carrera con más minutos, pero extraña sobremanera que el destino elegido haya sido el segundo equipo de la capital española.
Vivimos sin embargo en un mundo libre, al menos lo es de momento en su vertiente occidental y a despecho de quienes desean lo contrario, por lo que quiénes somos nosotros para afear el gusto al bueno de Julián. Anoche, por ejemplo, jugó el Madrid contra el Chelsea, donde milita un futbolista llamado Malo Gusto, y tampoco nos hemos quejado al respecto. Por cierto, podéis leer la crónica de la victoria blanca, traída del puño y letra de nuestro cronista de estío Genaro Desailly.
El caso es que la llegada de ambos futbolistas, Olmo y Álvarez, a los dominios de Tebas ha movido al diario As a idear una portada que sólo puede ser considerada una broma. Es una broma. No podemos concebirlo de otro modo.
“Superliga”. Hombre, tiene hasta gracia si no nos lo tomamos como un intento serio de combatir la iniciativa sistémica de Florentino Pérez con unos cuantos fichajes más o menos llamativos. Como juego de palabras, puede tener un pase, pero no un pase de Modric o de Michael Laudrup, sino todo lo más un balón horizontal de Xavi Hernández, o uno de aquellos legendarios balones hacia atrás del otrora presidente de la RFEF Villar, aka Angelmari.
Sí, amigos de As, nos habéis sorprendido con la guardia baja, seguramente por los rigores caniculares, y no tenemos ni ganas de tomarnos a pecho el juego de palabras para desmontarlo con un par de reveses. No pensamos que lo digáis en serio.
Ahora entraremos un poco en el fichaje de Olmo por el club cliente de Negreira, pero permítasenos decir que tanto como nos extraña la aventura rojiblanca de Julián Álvarez nos ilusiona. Sí, sí, decimos bien, nos ilusiona, no como si fuera un fichaje del Madrid, pero sí como lo que queremos interpretar que es: un fichaje de un incipiente frente madrileño que pueda demostrar al mundo que el campeonato español no necesita al club cliente de Negreira tanto como habitualmente se dice que lo necesita. Si el Atleti se refuerza lo suficiente para disputar al Madrid el título, y se establece ahí arriba con cierta consistencia, tal vez el sistema pierda de una vez el miedo a sancionar al cliente de Negreira como merece.
¿Estamos soñando despiertos? Probablemente. El fichaje de Álvarez parecería el intento de dar un paso en el interior de la grandeza por parte del Atleti, pero ¿está dicho club institucional, mediática y sociológicamente preparado para dar ese paso? ¿No hay en la psique colectiva atlética algo que les impide dar pie a ese arranque de ambición verdaderamente convencidos? ¿Quiere el Atleti de verdad ganar la liga? ¿No les resulta más cómodo (insistimos: institucional, mediática y sociológicamente) aspirar como siempre al somero cuarto puesto que les permita jugar la Champions mientras se sigue confiando en el club cliente de Negreira para que otorgue las correspondientes alegrías del año en forma de derrotas del Madrid?
Si las dudas recién expuestas no son infundadas, y algo nos dice que no lo son, dará igual que fichen a Álvarez o a un Paolo Futre redivivo. Cualquier jugador estará condenado a languidecer en el proverbial pozo de conformismo y pasivo odio al blanco que caracteriza a la institución. Así, no habrá manera de concebir un sorpasso atlético al Barça, y el sistema seguirá atenazado por el miedo a sancionar como es (o sería) debido a la entidad que se compró al colectivo arbitral, vía sus dirigentes, sabe Dios desde cuándo.
Por lo demás, Olmo al Barça. Nadie piensa que sea un mal jugador, variando las opiniones entre que es bueno y que es excelente. Nadie lo considera un top mundial, a pesar de su excelente Eurocopa, y la sensación es que Laporta ha fichado un buen efectivo para una posición donde ya contaba con varios y más jóvenes, desde Pedri al pujante Fermín, que se está saliendo en los JJOO. Mundo Deportivo trata de aplacar, con risible oficialismo, los temores en ese sentido, mencionando sin que nadie le pregunte por ello la “polivalencia” del futbolista. Para ello usa un dibujo o foto photoshopeada del bueno de Dani que produce un poquito de dentera. En La Galerna siempre seremos comprensivos con los becarios de verano.
Sport también celebra la llegada de Olmo. Mientras Mundo Deportivo arroja la toalla respecto al fichaje de Williams, los entusiastas amigos del escracheador San Antonio, en cambio, mantienen viva la llama de la esperanza. “¡Y ahora a por Nico Williams!”, anuncian. La cara de exasperación que el propio Nico tiene en la foto elegida da idea fiel de la ilusión que esta insistencia le produce al delantero.
Escudriñamos con énfasis las portadas cataculés en busca de alguna pregunta respecto al drama de dejar escapar a un canterano para, años después, tener que rescatarlo pagando 60 millones procedentes de una palanca propiciada por la enésima reventa del 25% del 43% del importe previamente impagado por todos de Barça Studios. Fracasamos, y con esto y un bizcocho nos despedidos hasta mañana, no sin antes dejaros con la portada de Marca, que resulta casi displicente con la derrotada selección española femenina de fútbol.
Pasad un día inmejorable.