¿Quién si no Iniesta? | OneFootball

¿Quién si no Iniesta? | OneFootball

Icon: OneFootball

OneFootball

Luis Maryniok·11 de julio de 2020

¿Quién si no Iniesta?

Imagen del artículo:¿Quién si no Iniesta?

Andrés Iniesta es un personaje diseñado por un guionista cósmico. Es el único crack del Barça en los pósteres de las habitaciones merengues, el único icono azulgrana en todos los corazones pericos, el único goleador de España que conmueve a los más fervorosos independentistas… un tipo al que ni siquiera Mourinho es capaz de odiar. Un puente de oro entre los fragmentos de la crispada nación española.

Este navegador no es compatible, por favor utilice otro o instale la app

video-poster

Evidentemente, el héroe de esta historia tenía que ser manchego, como todo buen Quijote. Desde el inicio de su viaje en Fuentealbilla y hasta el gol definitivo en Sudáfrica, toda la vida futbolística de Andrés se caracterizó por el buen hacer, por una completa dedicación a esparcir energía positiva y encarnar el buen ejemplo, todo ello desde un estilo de juego exquisito, desde una elegancia abismal y una clase reservada a las figuras legendarias.


OneFootball Videos


Este navegador no es compatible, por favor utilice otro o instale la app

video-poster

A medida que la epopeya avanzaba, su influencia positiva se expandía desde el centro del campo hasta desbordar el terreno de juego. Ese influjo cubrió como un manto primero el Camp Nou, luego la ciudad de Barcelona y finalmente toda España. Con el balón en los pies, Iniesta llevó durante años la tranquilidad a los espíritus nerviosos que temblaban en las gradas del coso de Les Corts. No perdía un balón, y aunque le presionasen tres o cuatro rivales, al final siempre conseguía salir airoso del lance e iniciar una jugada con ventaja para su equipo.  Siempre desde la calma y la caballerosidad, erigiéndose como un ejemplo.

Este navegador no es compatible, por favor utilice otro o instale la app

video-poster

Vivir en una sociedad abocada a la discusión, a la polémica y al desencuentro político y social, nunca le impidió mantener su particular tono, discreto y cordial, educado y amable. Con estos atributos se desenvolvió en el mundo del fútbol, y no llegó a perderlos a pesar de irse convirtiendo, poco a poco, en uno de los mejores centrocampistas de la historia.

Imagen del artículo:¿Quién si no Iniesta?

En el pico de máxima tensión entre Barça y Madrid, cuando Sergio Ramos hizo aquella entrada criminal sobre Messi en el Clásico de 2010, Iniesta intentó acercarse hacia el central andaluz abriéndose paso a través de una masa de jugadores enardecidos, en medio de una tangana descontrolada, pero su lenguaje corporal no denotaba ira, sino que mostraba más bien una especie de sereno desconcierto. Su intención era evidente: quería hablar, razonar con calma sobre lo sucedido. Era el único dialogante sobre el campo.

La escena cumbre en la agónica prórroga ante Holanda, con aquel gol que tardó mil años en llegar, fue la culminación de un relato redondo, de un guión perfecto sólo a la altura de una inteligencia superior. En el capítulo definitivo, Andrés subió la apuesta y consiguió lo imposible: detuvo el tiempo para toda España. Y el disparo seco e infalible, potentísimo pero sin rabia, no fue suyo sino de todos.

¿Quién si no Iniesta iba a marcar el gol de España?